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25 años de tensiones étnicas en el área postsoviética

Se cumple un cuarto de siglo del desmoronamiento de la Unión Soviética y aún hoy siguen vigentes algunos de los conflictos herederos de la época estalinista.

Las luchas entre prorrusos transnistrios y Moldavos en 1992 dejaron cientos de muertos. / AFP

MADRID.- Se cumple un cuarto de siglo desde la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Hace 25 años, el 8 de diciembre de 1991 se establecía la Comunidad de Estados Independientes con la que se dada por finalizada oficialmente la unión entre las quince repúblicas. La URSS presentaba una gran variedad étnica dentro de las repúblicas que la conformaban. Esta diversidad provocaba tensiones entre los grupos comunales, pero fue con la independización de las antiguas repúblicas cuando se incendiaron la mayoría de los conflictos.

Con la emancipación de los nuevos Estados no sólo aumentan las tensiones entre las diferentes etnias, también surge la problemática del separatismo o incluso irredentismo, es decir, no sólo el deseo de separarse del Estado al que pertenece la etnia minoritaria, sino adherirse a uno que considera su ‘Estado matriz”.

No en pocos casos es la ayuda o el impulso ruso el que hace que el conflicto estalle, debido a que el gigante postsoviético se ve beneficiado de las complicaciones que hacen que siga vivo el fantasma del imperialismo.

De estas tensiones entre grupos étnicos algunas han pasado a denominarse conflictos “congelados”. No obstante, algunos de estos conflictos se han encendido política y/o bélicamente desde la anexión de Crimea a Rusia.

Fuego en Nagorno Karabaj (Armenia)

El conflicto de esta región se remonta a 1988, cuando este enclave, poblado en su mayoría por armenios y con apoyo de Armenia, decide independizarse de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán. La violencia estalló en 1992 y Bakú perdió el control sobre Karabaj y siete distritos adyacentes.

El gráfico muestra el mapa de Nagorno-Karabaj y recoge antecedentes sobre el conflicto.

El gráfico muestra el mapa de Nagorno-Karabaj y recoge antecedentes sobre el conflicto.

Desde entonces, Azerbaiyán reclama su integridad territorial, mientras que Armenia protege los intereses de la autoproclamada República de Nagorno-Karabaj. Por su parte, Bakú está dispuesta a emplear la fuerza “si es necesario” para recuperar Nagorno Karabaj y finalizar un conflicto que entre 1988 y 1944 se cobró 25.000 muertos.

A finales de abril de este año, tras la escalada de violencia después de haber permanecido latente el conflicto durante más de dos décadas, Nagorno Karabaj acusó al Ejército de Azerbaiyán de disparar más de 240 misiles, violando así el alto el fuego en la zona.

La Guerra de Abjasia y Osetia del Sur (Georgia)

Osetia del Sur y Abjasia son dos regiones separatistas georgianas pobladas mayoritariamente por etnias minoritarias. En 2008 la fuerzas armadas georgianas entraron en Osetia del Sur con el objetivo de restituir el orden constitucional. Con esta entrada en Osetia del Sur, Rusia tomó la iniciativa y se dio inicio a una guerra entre los dos países y las zonas separatistas de Abjasia y Osetia del Sur.

Transnistria

El gráfico muestra el mapa de Georgiaj y las zonas separatistas de Abjasia y Osetia del Sur. / GRAPHIC NEWS

La derrota militar de Georgia supuso la llegada de Abjasia y Osetia del Sur a la independencia. No obstante esta no está reconocida legalmente por el Estado georgiano aunque si por Rusia que sigue ofreciendo apoyo económico y militar a las dos regiones. 

Irredentismo en Transnistria (Moldavia)

Tras las negociaciones de Moldavia para la reunificación con Rumanía en 1989, los eslavos residentes en ribera oriental del río Dniéster anunciaron la independencia República Moldava del Transniéster. Este acto hizo estallar la guerra de Transnistria en 1992 que le costó la vida a unas 1.500 personas y que quedó paralizada con la firma del alto al fuego.

Un 97,1% vota a favor de la secesión inmediata de Moldavia y la anexión a Rusia

Tras negociaciones fallidas y propuestas no aceptadas tiene lugar un referéndum en 2016 en el que un 97,1% vota a favor de la secesión inmediata de Moldavia y la anexión a Rusia, que tiene 1.500 soldados estacionados en la región. La propuesta del presidente moldavo de reemplazar las tropas rusas por tropas de paz internacionales no es escuchada en Tiraspol, capital de la región separatista.

En 2014, durante el conflicto en Ucrania y la anexión de Crimea a Ucrania, la relevancia mediática de esta región creció considerablemente, debido a los temores de una reproducción de lo sucedido en Ucrania. Recientemente, ha ganado las elecciones moldavas el candidato proruso, hecho que puede suponer o bien una complicación del conflicto o una retoma de las negociaciones con Putin y Tiraspol.

Guerras checheno-rusas

Uno de los conflictos postsoviéticos más conocidos es quizás la tensión entre Chechenia y Rusia, que además es un conflicto de los más longevos. La violencia entre chechenos y rusos se remonta al siglo XVIII. Después unos años de independencia, los chechenos fueron sovietizados a principio de los años 20. Durante la Segunda Guerra Mundial, estos hacer uso de la invasión alemana para enfrentarse a la Unión Soviética. Como respuesta, el régimen soviético los deportó en masa a Asia Central.

Con la caída de la URSS, como en la mayoría de ejemplos, el grupo étnico declaró su independencia, lo que hizo estallar la Primera Guerra Chechena años más tarde. En 1999 estalló la segunda guerra tras la que Rusia estableció el control sobre la región.

Soldados chechenos. / AFP

Soldados chechenos. / AFP

Desde entonces la violencia no ha cesado, y sigue sin encontrarse una solución al conflicto que está estrechamente ligado a actos terroristas de los separatistas chechenos, oprimidos por el estado ruso.

Otras tensiones étnicas en la zona postsoviética

Además de estos conflictos podemos encontrar la problemática de las minorías en Asia Central. El conflicto del Valle del Ferganá, que se encuentra entre en Tayikistán, Kirguistán y Uzbekistán, inició en 1989 con la escalada de violencia entre uzbekos y turcos mesjetianos, que le costó más bajas en el lado mesjetiano por lo que muchos abandonaron la zona.

El conflicto de Asia Central provoca que miles de refugiados huyan por la violencia étnica. / AFP

El conflicto de Asia Central provoca que miles de refugiados huyan por la violencia étnica. / AFP


Paralelamente se desarrolló el conflicto étnico entre tayikos y kirguís. La zona de Asia Central es una de las pocas que puso punto y final a las tensiones iniciadas tras el desmoronamiento de la URSS. Es cierto que existen tensiones entre las exrepúblicas de Asia Central, no obstante son conflictos nuevos que han ido emergiendo y no están ligados a su pasado soviético.

De las pocas tensiones étnicas que no han llevado a la lucha armada está el conflicto de la étnia rusa en el Báltico que siguen aún a día de hoy sufriendo opresión y no se les reconoce la ciudadanía por lo que son, de facto, apátridas, a no ser que soliciten la ciudadanía rusa.

Tras 25 años, la mayoría de complicaciones étnicas surgidas durante y tras la Unión Soviética aún siguen en pie en forma de conflictos congelados que se encienden con la llegada de escaladas de violencia en puntos calientes como lo fue la revolución de Maidán en Kiev. 

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