Los 3.200 mineros atrapados en Sudáfrica ya están a salvo
La rotura del cable de un ascensor los dejó incomunicados a dos kilómetros de profundidad.
Publicidad
El rescate de las más de 3.000 personas atrapadas en una mina de Sudáfrica concluyó este jueves con la subida a la superficie del último grupo de mineros que pasaron más de 24 horas a dos kilómetros de profundidad. A pesar del éxito del rescate, el suceso abrió incógnitas sobre la seguridad en las minas de oro del país, unas de las profundas del mundo.
Publicidad
Los trabajadores quedaron bloqueados a 2.150 bajo el suelo cuando un cable de ascensor se rompió el miércoles hacia las 10H00 (08H00 GMT) en la explotación de Elandsrand, situada cerca de Carletonville, unos 100 km al sureste de Johannesburgo. Durante toda la jornada del jueves, los mineros fueron sacados a la superficie en pequeños grupos. A última hora, los 3.043 habían salido.
"Es la última tanda", dijo Stan Bierschenk, director general de la mina, cuando los últimos 52 mineros, con muestras de alivio, aparecieron entrada la noche en uno de los tres montacargas improviados para el rescate (que llevaba 30 minutos por trayecto). Un polvoriento y exhausto Richman Maneli fue el último en salir.
"Estoy feliz. Han sido 30 horas de sufrimiento. No teníamos comida ni agua y estábamos exhaustos", dijo a la AFP. Como el resto de mineros, fue calurosamente recibido antes de pasar un chequeo médico. Dos fueron hospitalizados, aunque su estado no era grave, según el doctor Nhlauhla Mtshali. "Tres se desmayaron a causa de la deshidratación. Dos fueron llevados al hospital", declaró.
Publicidad
La ministra de Energía, Buyelwa Sonjica, anunció que la mina quedaba cerrada entre tres y seis semanas "para los trabajos de reparación". "Emprenderemos acciones judiciales si hay pruebas de negligencia", añadió. Los sindicatos señalaron por su parte que este accidente debe servir de alerta sobre las malas condiciones de seguridad en las minas.
"El sector del oro en general es muy negligente en cuanto a las cuestiones de seguridad", declaró a la AFP Peter Bailey, portavoz del Sindicato Nacional de Mineros. Ese sindicato hizo bajar al fondo a algunos de sus representantes para calmar a los mineros atrapados mientras esperan su turno para salir. La dirección de la mina, propiedad del grupo Harmony Gold, el quinto mayor productor de oro del mundo, restó importancia al suceso.