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Neichel prefiere cerrar a bajar la calidad

El chef Jean-Louis Neichel, el único chef que, junto con Arzak, mantiene una estrella Michelín desde hace casi 40 años, cerrará el 31 de enero su restaurante "porque persiste la crisis y en la gastronomía no parece que vaya a pasar".

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El chef Jean-Louis Neichel, en su restaurante. EFE/Alejandro García

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BARCELONA.- Jean-Louis Neichel, el único chef en España que, junto con Arzak, mantiene una estrella Michelín desde hace casi 40 años, cerrará el 31 de enero el restaurante que lleva su nombre "porque persiste la crisis y en la gastronomía no parece que vaya a pasar". "Y me niego a bajar la calidad", ha sentenciado.

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"Ahora somos 16 personas -explica Jean-Louis Neichel- y la fórmula ha funcionado bien hasta hace dos años, pero la crisis lo ha cambiado todo, y en el futuro la oferta debe ser distinta".

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Algunas grandes empresas se han aprovechado de la crisis obligando a bajar precios por el servicio cuando los gastos del local eran los mismos y las materias son caras

Según explica, algunas grandes empresas se han aprovechado un poco de la crisis obligando a reducir precios por el servicio cuando los gastos fijos del local eran los mismos y las materias primas de calidad que pone en las mesas son caras, mientras el chef cree que no puede acabar con la buena fama y el alto nivel culinario que ha mantenido todo este tiempo.

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Logró su primera estrella Michelín en elBulli en 1976, donde estuvo 8 años como hombre de confianza del matrimonio Shilling, fundadores del local

Neichel logró su primera estrella Michelín en elBulli en 1976, donde estuvo 8 años como cocinero, director de restaurante y hombre de confianza del matrimonio Shilling, fundadores de este mítico local de cala Montjoi, en donde fue el artífice de su transformación de local turístico a restaurante gastronómico.

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El chef Jean-Louis Neichel, a la entrada de su restaurante. EFE/Alejandro García

Jean-Louis Neichel insiste en que las cosas han cambiado pues percibe que hoy se habla menos de guías y de estrellas, y los clientes "quieren comer bien pero sin tanta tontería como cubertería de plata, manteles de hilo y vajillas exclusivas, y en un entorno y con una decoración más simple".

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