Palmira, tras el paso del Estado Islámico
Un vehículo de las tropas leales al presidente sirio Bashar al-Assad, en el interior de la ciudad histórica de Palmira, recuperada del Estado Islámico. REUTERS/SANA
Publicidad
Actualizado:
Un vehículo de las tropas leales al presidente sirio Bashar al-Assad, en el interior de la ciudad histórica de Palmira, recuperada del Estado Islámico. REUTERS/SANA
Vista general de la ciudad milenaria de Palmira, tras la salida del Estado Islámico. REUTERS/SANA
La milenaria ciudadela de Palmira, tras la batalla para la expulsión del Estado Islámico. REUTERS/SANA
Una vista general de la antigua ciudad de Palmira, tras ser recuperada por el Ejército sirio. REUTERS/
Una valla publicitaria de los combatientes del Estado Islámico erigidas a lo largo de un camino, en la ciudad de Palmira. REUTERS / SANA
Soldados leales al presidente sirio Bashar al-Assad caminan por las calles de Palmira, tras expulsar a los militantes del Estado Islámico. REUTERS/SANA
Una bandera del Estado Islámico sobre una moto en la ciudad de Palmira, tras ser recuperada por el Ejército sirio. REUTERS/SANA
Un camion con tropas leales al presidente sirio Bashar al-Assad, hacen el signo de la victoria al pasar por las calles de Palmira tras expulsar al Estado Islámico. REUTERS/SANA
Vista de los daños producido en el Hotel Citadel durante la recuperación de la ciudad de Palmira por el Ejército sirio. REUTERS/SANA
Las Fuerzas de Bashar al-Assad caminan por la ciudad de Palmira.- REUTERS
Una estatua antigua dañada a la entrada del Museo de Palmira. REUTERS/SANA
Algunas de las piezas del Museo Historico de Palmira, dañadas por los militantes del Estado Islámico. REUTERS/SANA
Una estatua dañada en el Museo de Historia de la ciudad siria de Palmira, tras su liberación. REUTERS/SANA
Un corredor del Museo de Historia de Palmira, con los daños producidos por los militantes del Estado Islámico durante la ocupación de esta ciudad siria. REUTERS/SANA
Un relieve romano dañado por los militantes del Estado Islámico, en el Museo de Historia de la ciudad siria de Palmira. REUTERS/SANA