Abusos continuados, violaciones, embarazos y silencio, evasivas y sentimiento de culpa. Esto han sufrido miles de víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes católicos en todo el mundo. La semana pasada, varias de ellas, agrupadas en torno a la Red de Supervivientes de las Víctimas de Abusos por Sacerdotes (SNAP), presentaron una demanda ante la Corte Penal Internacional de La Haya contra el papa Benedicto XVI y los cardenales William Levada, Angelo Sodano y Tarcisio Bertone. 20.000 documentos que hoy llevarán a la plaza de San Pedro del Vaticano, como fin de una gira que les ha llevado por varias ciudades de Europa. Ayer estuvieron en Madrid.

'Somos católicos y vivimos los abusos, las violaciones y el silencio de los obispos desde la Iglesia. Después de 23 años de promesas incumplidas, hemos decidido denunciar', afirmó la presidenta de SNAP, Bárbara Blaine, a los pies de la catedral de la Almudena. Esta mujer, que sufrió abusos cuando tenía 12 años, explica que 'no se trata de una demanda contra la Iglesia, la fe o la religión, sino contra los responsables, por activa o por pasiva, de la pederastia'.

Los afectados exigirán hoy en Roma documentos sobre la pederastia

Varias decenas de víctimas estarán hoy en San Pedro, exigiendo a la Santa Sede la entrega de 'los archivos secretos de crímenes sexuales, que existen, para dárselos a la Policía'. 'No sé si seremos recibidos', admitió Vincent Warren, el abogado de las víctimas. En su opinión, la demanda 'demuestra que se han dado casos sistemáticos en todo el mundo, y que los obispos sabían lo que estaba pasando y no hicieron nada'.

Según los afectados, esto también ocurrió en España, donde no hay un movimiento de víctimas con vigor. La demanda fue presentada ante el CPI por cinco víctimas, en representación de varios miles. 'Sabemos dice Bárbara Blaine que al menos ha habido 20 casos en España, pero seguramente sean muchos más, porque aquí todavía hay mucho miedo a hablar'.

Rita Milla, que fue violada repetidamente por varios clérigos hasta quedar embarazada, señala, sobre la política de 'tolerancia cero' del papa contra la pederastia, que 'se trata sólo de palabras'. No queremos esperar y que rompan de nuevo otras promesas. Ya no creemos al Vaticano', concluyó.