El Banco de España alertaba esta semana de la extrema debilidad de la economía, influida por el recrudecimiento de las tensiones financieras y las malas perspectivas de crecimiento; y los registros de consumo energético están otra vez a niveles de recesión, cuya llegada parece ya inevitable. La puntilla la dieron ayer los datos de paro registrado y de afiliación a la Seguridad Social publicados por el Ministerio de Trabajo. En noviembre, el desempleo creció en 59.536 personas (el doble que en noviembre del año pasado, un 1,3%) hasta los 4.420.462 parados. La afiliación sufrió también un fuerte varapalo: perdió algo más de 111.000 ocupados. 'Tras este dato de empleo es altamente probable que el PIB se contraiga', sostiene el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, en su blog.

Los datos son especialmente malos porque supone una nueva aceleración de la destrucción de empleo. En el epicentro de la crisis, el paro subía cada mes a ritmos interanuales muy fuertes. Por ejemplo, en enero de 2010 el desempleo creció un 21,6% respecto al mismo mes del año anterior. Sin embargo, desde la segunda mitad del año pasado ese crecimiento anual del desempleo comenzó a disminuir de forma prácticamente ininterrumpida mes a mes, algo que para muchos hacía pensar en que lo peor para el mercado laboral ya había pasado. Sin embargo, en julio de este año esa tendencia cambió. Desde entonces, el ritmo interanual de crecimiento del paro no ha parado de aumentar. En noviembre se registró un 7,5% más de parados que en el mismo mes del año pasado.

La afiliación a la Seguridad Social cayó en algo más de111.000 ocupados

Para Florentino Felgueroso, profesor de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), los datos auguran una Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre 'para echarse a temblar' y que sobrepase sin duda los cinco millones de parados. Sugiere, además, que la diferencia entre la bajada del paro y de la afiliación se deba a la cantidad de parados que, una vez que agotan sus prestaciones por desempleo, ya no acuden a las oficinas de empleo y, por tanto, no figuran en el registro de parados aunque de hecho lo estén.

El desempleo creció en todos los sectores, excepto en agricultura, aunque fueron los servicios los que concentraron el 80% de la subida del paro de noviembre. En términos interanuales, todos los sectores aumentan su desempleo. La afiliación muestra que la construcción sigue destruyendo fuertemente empleo, probablemente afectada por la falta de inversión en infraestructuras. 'La construcción suele emplear entorno al 5% de la población en edad de trabajar, nosotros llegamos hasta el 9%, así que es normal que primero se produzca un ajuste que haga que el empleo en el sector quede sobre el 3% o 4% para luego quedarse en el 5%', afirma Felgueroso.

En cuanto a las comunidades, sólo Madrid redujo su paro, aunque es la tercera región con más desempleo. En el lado opuesto, Illes Balears lidera la subida con casi un 12%.

Caen los contratos indefinidos, también los de fomento del empleo

El parón de la contratación es otra mala señal para el mercado de trabajo. En noviembre se registraron 1.217.830 contratos, un 3,1% menos que en el mismo mes del año pasado. Los indefinidos representan sólo el 6,9% de la nueva contratación o, lo que es lo mismo, sólo 83.919 nuevos contratos fueron indefinidos, un 22% menos sobre noviembre de 2010. Caen también los indefinidos de fomento del empleo (un 5,7% intermensual y un 46% interanual), a pesar de que la reforma laboral aprobada por el Gobierno saliente potenciaba el uso de estos contratos, con menos indemnización por despido.

El número de personas que cobran prestaciones ha disminuido: conforme se prolonga el colapso del mercado laboral y avanza el paro de larga duración, son más las personas que agotan sus subsidios y que siguen sin encontrar un empleo. Actualmente existen 2,7 millones de beneficiarios de prestaciones, esto significa que 1,7 millones de personas en paro no perciben ninguna ayuda. La tasa de cobertura se sitúa en el 67,7%, unos siete puntos por debajo que el año pasado por estas fechas.

Desde noviembre, los becarios ya cotizan a la Seguridad Social. Ya son unas 41.000 personas en esta situación las que están cotizando, una cifra que supera las expectativas del Gobierno, que predijo que unos 30.000 jóvenes podrían beneficiarse de esta medida. El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, dijo además que espera que en diciembre el número de cotizantes aumente hasta alcanzar las 50.000 personas.