El Estado sigue dando la espalda a los familiares de Mikel Zabalza
"Objetos perdidos"
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BILBAO.- Idoia Zabalza no prevé hacer nada especial este jueves. Se levantará de la cama, enfrentará sus quehaceres diarios y luego, a la noche, volverá a dormirse. Sólo hay un detalle: Mikel, su hermano mayor, seguirá sin estar allí. Fue otro 26 de noviembre cuando la Guardia Civil se lo llevó para siempre. Ocurrió en 1985. Tenía 33 años. Tres décadas después, su caso sigue plagado de preguntas sin responder. La versión oficial dice que murió ahogado en el Río Bidasoa, tratando de escapar de los agentes que lo custodiaban. Sin embargo, distintas versiones apuntan directamente al cuartel de Intxaurrondo.
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Aún así, agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil lo detuvieron en la madrugada del 26 de noviembre de 1985 en su casa del barrio donostiarra de Alza. Un día antes, ETA había cometido un atentado contra miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado, lo que desencadenó un amplio operativo antiterrorista. Mikel, un primo y su novia también fueron arrestados a lo largo de aquella noche. Los dos últimos fueron liberados sin cargos. Zabalza, por el contrario, no volvió a ser visto con vida.
"Objetos perdidos"
Sin embargo, a nivel judicial nunca hubo avances serios. “El caso ha estado abierto dos veces… y fue archivado dos veces”, resume su hermana Idoia. En su hogar hay recuerdos que difícilmente se olvidarán. Por ejemplo, cuando su madre se presentó en Intxaurrondo –dirigido entonces por el general Enrique Rodríguez Galindo, uno de los principales miembros del GAL-, le dijeron que si había perdido un hijo tenía que dirigirse a “objetos perdidos”. Esa frase irónica ha dado nombre al documental “Galdutako objektuak” (“Objetos perdidos”), actualmente en fase de producción. Recientemente, los impulsores de este trabajo audiovisual –a cargo de Ahotsa.info y Filmotek- iniciaron un crowfounding para tratar de conseguir financiación.