Santamaría también controlará a los espías del CNI
El PP desvincula el servicio secreto de Defensa y lo subordina al Ministerio de la Presidencia
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Muchos compañeros de partido la bautizaron ayer como "superwoman". Si Soraya Sáenz de Santamaría acumulaba ya mucho poder como vicepresidenta y portavoz del Gobierno de Mariano Rajoy, ahora tendrá más aún. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) pasa a formar parte del Ministerio de la Presidencia, cartera que también ostenta.
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De esta última dependerá la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes y la de Comunicación. Y entre sus funciones también le corresponderá la Presidencia de la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios.
Pide a su equipo "crítica" cuando se equivoquen porque "habrá errores"
Con esta decisión, el servicio secreto español se desvinculará de Defensa, del que dependía orgánicamente, por primera vez en la historia de la democracia. Así se estableció ayer en el real decreto por el que se reestructuran los departamentos ministeriales. El CNI es el organismo público responsable de facilitar al jefe del Ejecutivo y al Gobierno la información que permita prevenir y evitar peligros o agresiones contra España. Su dirección se enteró a través de la publicación en el Boletín Oficial del Estado. Su responsable, Félix Sanz Roldán, asistió a la toma de posesión de Sáenz de Santamaría, donde intercambiaron un saludo y la promesa de hablar en un futuro próximo.
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En este acto, la vicepresidenta prometió "esfuerzo, tesón, humildad y diálogo" para lograr reducir el desempleo. Sáenz de Santamaría recibió la cartera de manos del anterior ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, quien le advirtió de que gobernar no es hoy "elegir entre lo bueno y lo malo, sino entre lo malo y lo peor". "Es tiempo para políticos grandes", proclamó.
Estuvo arropada por Rajoy y cinco de los nuevos ministros: José Manuel García-Margallo, Jorge Fernández Díaz, Ana Pastor, Fátima Báñez y José Manuel Soria. Entre ellos se encontraba también la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, con quien en el futuro podría terminar rivalizando de cara a una posible sucesión.
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Hoy Rajoy celebra su primer Consejo, centrado en los nombramientos
No faltaron además a la cita algunas de las personas de su equipo en el Congreso como José Luis Ayllón, a quien todo el mundo ya veía como secretario de Estado de Relaciones con las Cortes. Además se comentaba que lo previsible era que Carmen Martínez Castro fuera la nueva secretaria de Estado de Comunicación e Iñigo Méndez de Vigo, el de la Unión Europea. Antonio Beteta será secretario de Estado de Administraciones Públicas. Y Álvaro Nadal se encargará de la Oficina Económica de Presidencia además de ser secretario de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, haciendo tándem con Rajoy, que decidió prescindir de la vicepresidencia económica y encargarse él mismo de ello.
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El presidente y su mano derecha se reunieron ayer por la tarde para perfilar los nombramientos del segundo escalafón. Jorge Moragas era el único que daba por hecho que él iba a ser elegido director de Gabinete monclovita. Este anunció que en el Consejo de Ministros de hoy se darían a conocer los responsables. Al irse Rajoy, señaló que había hecho "un Gobierno competente" y que no será hasta el día 30 cuando se lleve a cabo la prórroga de los Presupuestos, donde no se subirá el sueldo a los funcionarios y se actualizarán las pensiones. Comentó que su intención era mudarse después de las navidades.
A Sáenz de Santamaría se la veía muy nerviosa. Y emocionada sobre todo al rememorar que 11 años antes había llegado precisamente a aquellas instalaciones con la idea de hacer una entrevista "con muchas ganas e ilusión". La recibió Francisco Villar, por aquel entonces jefe de Gabinete de Rajoy. La fichó y se quedó. Ayer a ella se le quebraba la voz al recordarlo, sobre todo porque Villar falleció el pasado 26 de octubre y no estaba para ver su ascenso.
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Nadal se perfila como secretario de la Comisión de Asuntos Económicos
Sáenz de Santamaría bautizó a sus ministros como sus "nuevos colaboradores" y les pidió "crítica" cuando se equivoquen, "porque habrá errores y muchos, y mejor paliarlos cuanto antes". Garantizó el diálogo con todas las fuerzas políticas porque "se puede tener algo de razón, pero todos pueden tener sus razones, y del contraste siempre vienen las mejores soluciones". Y quiso tener unas palabras de agradecimiento a Rajoy, al que ella llama siempre "el jefe", diciendo que iba a poner en práctica sus consejos para trabajar: "Sentido del deber, sentido común y cierto sentido de la deportividad".
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También comentó que era consciente de que llegaba a la Moncloa en un momento de una "responsabilidad histórica" y de que del nuevo Gobierno dependía en buena medida el bienestar de mucha gente a la que no podían defraudar. Al marcharse se detuvo unos minutos para hablar con los periodistas. Su marido estaba presente. Su hijo, Iván, no. Contó que precisamente su madre no había podido asistir porque se había quedado cuidándolo. Antes, Sáenz de Santamaría había ido a jurar su cargo ante el rey en la Zarzuela junto al resto de sus compañeros.
El PSOE denuncia que dejarán igualdad o inmigración en un cajón
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Lo del CNI no fue el único cambio de diseño. Mariano Rajoy contará con 13 personas en su Consejo de Ministros, dos menos que Zapatero. Y con 24 Secretarías de Estado, también dos menos que con el Gobierno socialista. Su objetivo: "Desarrollar el programa político de reformas del Gobierno, conseguir la máxima austeridad y eficacia en su acción y la mayor eficiencia en el funcionamiento de la Administración General del Estado". En su partido esperaban que recortara mucho más pero finalmente la poda no debía ser tan necesaria después de la que realizó el Ejecutivo socialista en 2010.
El PSOE denunció ayer que en la nueva estructura se le da "poca importancia" a políticas "primordiales" como igualdad, investigación, inmigración, cooperación internacional, cultura y lucha contra el cambio climático.
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En un comunicado, los socialistas explicaron que con ello ya se está dando "pistas muy claras" de los asuntos que piensa tratar Rajoy "como temas menores, cuando no guardar en el cajón del olvido". Sobre la supresión de la Secretaría de Estado de Igualdad creen que no es una "prioridad" para el presidente conservador, sobre todo después de contar con un Gobierno tan poco paritario en el que sólo hay cuatro mujeres de un total de 14 miembros.
Para ellos, la desaparición de la Secretaría de Estado de Inmigración "tampoco augura nada bueno" y esperan que no se quiera volver "al caos" de la época de José María Aznar. Y con la de Cambio Climático piensan que viene a confirmar que Rajoy sigue pensando que es "un invento, al que no hay que prestar atención, como le dijo su primo". Lamentan que Ciencia e Innovación haya dejado de tener ministerio propio. Y muestran su preocupación por el hecho de que la Secretaría de Estado de Cooperación se haya integrado en Asuntos Exteriores porque es "un claro gesto político que apunta hacia una menor relevancia de las políticas de solidaridad".