La refundación de IU tendrá que esperar

Refundarse no es tan fácil, ni tan rápido, ni tan poco comprometido. Izquierda Unida está probando esa medicina. En la IX Asamblea Federal, en noviembre de 2008, se dio hasta el verano de este año para refundarse, para “abrirse de par en par”, para “volver a hacer creíble y necesaria una propuesta de izquierda anticapitalista, alternativa y transformadora”, según figuraba en la resolución aprobada por el 79,1% de los delegados. Ahora los tiempos podrían enmendarse. La cúpula de IU se plantea retrasar unos tres meses su asamblea constituyente, desplazarla de junio o julio a “finales de septiembre o principios de octubre” de 2010.

La propuesta parte del máximo encargado de pilotar el proceso, Enrique Santiago, quien la ha hecho llegar al coordinador federal, Cayo Lara, y al secretario de Organización, Miguel Reneses. Este lunes se discutirá en una primera reunión informal. El 11, en la ejecutiva, y el 16, en el Consejo Político, el órgano de dirección de mayor rango.

“No nos da tiempo en verano, iríamos con la lengua fuera –sostiene Santiago a Público–. El proceso no se ha puesto en marcha del todo. Hay reticencias en federaciones, deben resolverse los conflictos [básicamente, en Asturias y Jaén] y queremos preparar mejor la asamblea, ser ambiciosos”.

Hay dos razones más, según Santiago, que aconsejan postergar el cónclave. Uno, el “éxito” del acto de lanzamiento de la refundación, el pasado 28 de noviembre, al que acudieron mil personas. Y dos, la necesidad de aquilatar los resultados del encuentro estatal de foros, previsto para mayo. De este congresillo, de la convergencia de IU con activistas y movimientos sociales, saldrán los grandes ejes programáticos.

La asamblea de refundación, en otoño, debería “ratificar lo que se acuerde programáticamente en mayo”, sostiene Reneses. El jefe del aparato aplaude la idea de Santiago, que serviría como “antesala de las autonómicas y municipales de 2011”. Reneses concibe una asamblea “masiva, con invitados de fuera de IU, en la que no se renueven los órganos de dirección, pero sí haya un debate político profundo y renovador”.

Ahí se encuentra, para algunos, la trampa. Desde IU Abierta –el sector cercano a Gaspar Llamazares– se anhela una “asamblea constituyente, a tumba abierta, donde IU converja y se mezcle con otros, sin miedos”, y no sólo un cónclave “programático”.

“No nos importa que se aplace al otoño la asamblea, siempre que mandemos señales claras y rotundas en la preparación de las elecciones de que no hay un parón en nuestra voluntad refundadora”, defiende Inés Sabanés, la líder de este sector. El gasparista Antonio Cortés coincide en que “las prisas no son buenas”, pero urge a IU a “ser valiente y abrirse no sólo a la extrema izquierda, sino a los desencantados del PSOE”.

En el fondo, subyace la incredulidad. La duda de cuánto se arriesgará Cayo Lara. “Será una asamblea muy interna, una refundación amputada, una refundición”, confiesa un alto dirigente ajeno a IU Abierta. Y añade: “No hay ambición. ¿Qué refundación haremos en Canarias o Galicia, donde somos un 1%, si no nos integramos con otros partidos? Las buenas intenciones de Enrique chocan con el PCE, con Andalucía y con Madrid, que no creen de verdad en esto”.

Diosdado Toledano, representante en la ejecutiva de la minoritaria quinta lista que concurrió a la IX Asamblea, reseña asimismo el “mal ejemplo” de Madrid, donde se han elegido ya a los candidatos de 2011 a la Presidencia de la Comunidad y a la Alcaldía de la capital, Gregorio Gordo y Ángel Pérez. E insiste en que antes hay que “normalizar la vida interna, con censos limpios”.

Ramón Luque, dirigente muy cercano a Lara, discrepa de los tiempos: “La diversidad de ritmos en las federaciones no es un obstáculo insalvable. Hacer la refundación en octubre es peligrosísimo. Es muy tarde. Los ciudadanos lo entenderían, pero nos contaminaría la coyuntura: los comicios catalanes de otoño, el clima preelectoral...”.

Reticencias internas, haylas. “Todo el mundo teme perder su estatus –admite Santiago–. Pero hay que salir de la interiorización. Por eso pido tiempo. Quiero una asamblea con criterios amplios, donde participe mucha gente. Se trabaja para que sea programática y constituyente. No sabemos el final. Dependerá de cómo hayamos madurado el proceso”. A la vista está. Quedan muchos cabos sueltos.

 

1. Illes Balears

La apertura total; todo listo para primavera // En Illes Balears, el proceso de refundación está muy avanzado, donde “absolutamente todo” está encima de la mesa, subraya David Abril, el coordinador regional. En septiembre se lanzó el manifiesto, Procés constituent de la esquerra alternativa i verda (procesconstituent.blogspot.com). A él se adhirieron 100 personas (IU tiene en las islas 500 afiliados). Después se crearon grupos facilitadores, grupos de trabajo constituidos al 50% por miembros de IU y personas de fuera, que van discutiendo sobre propuesta política. A finales de enero, se rematará un primer borrador y el 13 de febrero se convocará un foro temático.

En abril o mayo, tendrá lugar la asamblea de refundación, donde se relevarán los órganos de dirección, y se podrá cambiar la marca de Esquerra Unida de les Illes Balears. “Se discutirá todo. Unos se inclinan por ser más IU; otros por ser más tipo Iniciativa per Catalunya Verds... Yo personalmente buscaría un híbrido de IU e ICV. Aquí necesitamos refundarnos. No hay miedo a desaparecer. La política de alianzas con ERC o PSM la decidiremos nosotros”, dice Abril.

2. Comunidad Valenciana

La prudencia; al ritmo de IU Federal // "Nosotros no ponemos en cuestión todo. Somos más prudentes”, describe Marga Sanz, la líder de Esquerra Unida del País Valencià (EUPV). Por ahora, se ha creado una plataforma, Convocatòria Ciutadana pel País Valencià, a la que se han sumado "inicialmente" 200 personas (EUPV tiene 3.400 afiliados). En febrero se hará una convención programática municipal, y para primavera, la autonómica.

Pero la asamblea de refundación y la ordinaria, la de renovación de la dirección, sólo se hará después de la refundación de IU Federal, este otoño. “Queremos acompasarnos con Madrid, seguir su ritmo”. Sanz ve “imposibles” las alianzas con el Bloc (“su proyecto es cercano a CiU y PNV”, señala) y con Iniciativa del Poble Valencià, el ala ecosocialista que se escindió de EUPV en 2008.