La reforma laboral es lo más urgente
Los economistas creen que el pacto de Estado es difícil de alcanzar
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El veredicto es claro: hace falta un gran pacto de Estado para afrontar la crisis económica. El pronóstico, también: las posibilidades de que ese acuerdo llegue a materializarse son escasas.
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Los economistas españoles creen en efecto que un acuerdo de Estado es "totalmente necesario", como dice Leopoldo Pons, decano del colegio de Economistas de Valencia, porque estamos en un país "con una tasa de paro del 20%, que es una singularidad propia del Tercer Mundo" y que demuestra "lo desestructurado del sistema". La importancia del consenso es vital, en opinión de Jesús Fernández-Villaverde, profesor de Economía de la Universidad de Pensilvania, "para implicar a todos los ciudadanos" en la lucha contra la crisis. "Esto es como una reunión de vecinos: tenemos problemas comunes y los tenemos que resolver", asegura.
Las expectativas de que ese acuerdo básico se alcance son sin embargo limitadas. Pons es el único de los expertos consultados que cree que existen muchas posibilidades de que se llegue a concretar el pacto. Por dos razones: porque el Gobierno ahora parece dispuesto a asumir el coste político que implican las reformas y porque "ningún partido conservador [en alusión al PP] puede permitir que la economía acabe deteriorándose tanto como para perjudicar a sus votantes y a sus aliados naturales, que son las empresas". En cambio, Manuel Balmaseda, economista jefe de Cemex; Alberto Montero, profesor de la Universidad de Málaga; Jesús Ruiz-Huerta, catedrático de Hacienda Pública de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, y Joan Casas, decano del Colegio de Economistas de Catalunya, son bastante escépticos sobre el pacto, porque el escenario político no les parece el más apropiado. El más contundente es Montero: "Difícilmente los grandes grupos políticos, empezando por el PSOE, estarán dispuestos" a repartir los sacrificios y a centrar los ajustes en los grupos que más se beneficiaron en la época de expansión económica. Ruiz-Huerta centra las dificultades en la cerrazón del Partido Popular. "Para negociar uno puede tener sus posiciones, pero estas no pueden ser cerradas; así es imposible alcanzar ningún acuerdo".
¿Cuál debería ser la principal prioridad de ese eventual pacto de Estado? La mayoría tiende a pensar que lo más urgente es reformar el mercado laboral. Pons aboga por un "contrato único" que erradique la temporalidad, y que los salarios "estén mucho más ligados a la productividad y no a la rigidez de unos convenios anclados en 1980". "El modelo actual es muy malo, tiende al paternalismo".
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Jesús Fernández-Villaverde también propone "acabar con la dualidad entre fijos y temporales". Montero está de acuerdo en que hay que"reducir, como sea, la temporalidad en el empleo" y cree que hay que apoyar a los pequeños y medianos empresarios, "que son quienes realmente crean empleo y riqueza en este país". Balmaseda explica por qué es tan urgente la reforma laboral: "España tiene un gran problema de competitividad y hace falta una flexibilización del mercado de trabajo que será dolorosa",
El otro gran lastre de la economía española es el creciente déficit público, que a finales de 2009 se disparó hasta el 11,4% del PIB. En este punto hay menos coincidencias entre los expertos. Algunos, como Pons, apuntan que el verdadero problema está en el exceso de gasto de las haciendas autonómicas. Montero cree que en efecto hay que recortar el gasto corriente de algunas administraciones, pero en general está en contra de la política convencional para contener el déficit público, que en su opinión no nos ayudará a salir de la crisis, y considera que hay que preservar a toda costa la inversión pública por su potente efecto multiplicador, "recurriendo al endeudamiento", que está entre los más bajos de Europa. Fernández-Villaverde, Balmaseda y Ruiz-Huerta apuestan por reducir los gastos de las administraciones, pero de forma concertada. "Quizás el gran pacto de Estado, más que entre partidos políticos y agentes sociales, debería hacerse entre las tres administraciones, porque el Estado sólo gasta el 50% del total", dice Balmaseda. Desde el punto de vista de los ingresos, Ruiz -Huerta entiende que para aumentar la recaudación sería necesario "retocar los impuestos al alza, pero con prudencia". La fórmula idónea, a su juicio, sería aumentar el IVA. Y aunque advierte de que su alcance sería más limitado, también apoya elevar los impuestos de las rentas elevadas.
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Joan Casas recuerda que el Colegio de Economistas de Catalunya ya propuso un pacto de estas características en noviembre ante la complicada situación económica, defendiendo entre otras cosas el aumento de la productividad de la economía con políticas fiscales activas.