Más votos, pero el mismo resultado. El recuento del voto del censo de residentes ausentes (CERA), realizado ayer, no alteró el reparto de escaños del domingo. Ni siquiera en los asignados a Geroa Bai y a ERC por un mínimo margen de diferencia sobre otras fuerzas políticas. Sin embargo, puso de manifiesto que en el exterior el PSOE tiene más apoyo ciudadano.

En un comunicado, los socialistas informaron que su formación se había impuesto en 37 circunscripciones, mientras que el PP lo hizo en 14 y Amaiur ganó en una. El PSOE fue la fuerza más votada en todas las provincias de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Catalunya, País Valencià, Extremadura, Asturias, Canarias y Cantabria, entre otras.

Estas victorias, no obstante, no han cambiado el reparto de fuerza: PP, 186; PSOE, 100. Los votos en el exterior han consolidado el diputado de Geroa Bai en la comunidad foral y el tercer escaño de ERC.

En el primer caso, los comicios arrojaron en Navarra una diferencia de casi 400 votos entre la coalición representada por Uxue Barkos y la candidatura de UPN-PP, en favor de la primera.

Con ese resultado, Geroa Bai podía hacerse con el único escaño que obtuvo el 20-N. Pero si el voto del extranjero hubiera dado 1.200 votos más a la coalición entre los regionalistas navarros y los conservadores, ese diputado hubiera sido para UPN-PP.

Algo similar ha sucedido en Girona entre el escaño que se disputaban ERC y el PSC. Según las cifras del domingo, los republicanos podían asignarse ese asiento en el Congreso por la mínima. Ese resultado se confirmó ayer. Sumadas las papeletas del CERA, los socialistas consiguieron 200 votos más y ERC, 75, margen suficiente para que los republicanos mantengan el escaño.

Tras este último recuento, las juntas electorales provinciales dieron ayer sus datos definitivos, que no difieren de los del domingo. Y es que, según los datos oficiales, del millón y medio de españoles inscritos en el CERA, sólo se aceptaron 138.031 solicitudes de voto, lo que supone menos del 10%.

Concluido el escrutinio, los representantes de las candidaturas pueden presentar las reclamaciones que consideren oportunas ante las diferentes juntas electorales, que se deberán referir siempre a las incidencias que hubieran sido recogidas en el acta de sesión de las mesas.