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El Rafita se esconde para evitar ser linchado

El joven declara por el presunto intento de robo de una radio

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Rafael F. G., conocido como El Rafita, acudió ayer a declarar a primera hora a pie por la puerta principal del juzgado de Alcorcón y salió tres horas después camuflado en el maletero de un coche para evitar a los medios de comunicación y a una multitud de vecinos. El joven de 22 años, condenado por asesinar a Sandra Palo cuando tenía 14, declaró por el intento del robo de una radio de coche el pasado 12 de diciembre.

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La juez escuchó su versión y lo dejó en libertad sin fianza, tras imputarle por robo con fuerza por su supuesta participación en los hechos.

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Pese a la levedad del supuesto delito, la presencia de El Rafita revolucionó los juzgados de la localidad. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid (TSJ) había avisado a los medios de comunicación el pasado lunes de la citación. Eso fue suficiente para que la localidad se transformara en un juzgado popular improvisado. "Es una vergüenza que este delincuente esté en la calle", "Ojo por ojo, eso hacía yo con él" y "En este país, se permite todo", fueron algunas de las sentencias populares lanzadas por los vecinos que acudían al mercadillo cercano.

El Rafita, como le apoda incluso el TSJ de Madrid en su nota de prensa, se halla en régimen de libertad vigilada cumpliendo los últimos meses de su pena por haber participado hace siete años en el crimen de Sandra Palo.

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Su reincidencia en seis delitos de robos ha sido aprovechado por sectores conservadores para exigir un endurecimiento de la Ley del Menor. Algo que el Gobierno, a través del ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ya rechazó: "El marco normativo actual es muy razonable y aceptable".

El psicólogo y ex defensor del Menor de la Comunidad de Madrid Javier Urra cree que el circo mediático alrededor de Rafael F. G. podría acabar transformándose en un "linchamiento". "Eso sería muy negativo para el Estado de derecho, aunque hay que entender que la Justicia quiera hacer públicas sus actuaciones", añade este experto en reinserción de menores.

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Los policías que garantizan la seguridad del juzgado de Alcorcón se vieron ayer desbordados por la gran afluencia de medios de comunicación y desalojaron del interior del edificio a los periodistas citados por el TSJ. Finalmente, idearon sacar oculto al imputado por una puerta trasera del edificio.

"En mi opinión, este joven no debería salir más en la televisión. Corre el riesgo de sentirse un actor principal. Aunque la principal solución es que no vuelva a cometer ningún delito. Lo que más me preocupa es que se le culpe sólo a él del asesinato de Sandra Palo, porque era el único menor", analiza Urra.

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Por ahora, su única aparición televisiva fue hace un mes en Telecinco. Entonces pidió perdón a la familia Palo. Lo hizo, según dijo, para zanjar el acoso mediático.

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