"La prostitución es la forma de violencia de género y de esclavitud más antigua del mundo"
El PCE defiende la abolición de la explotación sexual a través de una publicación monográfica sobre el tema. Los expertos que participan en la revista consideran que la regulación atentaría contra la ig
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No caben medias tintas. La única manera de acabar con la explotación sexual que sufren las mujeres -y los hombres- que venden su cuerpo es la abolición de la prostitución. Esa es la postura que lleva defendiendo desde hace años el Partido Comunista de España (PCE). Y este domingo, un día antes de la celebración del Día Mundial de los Derechos Humanos, la formación ha vuelto a denunciar que la prostitución "es una de las manifestaciones más extremas de la violencia de género y de esclavitud".
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La secretaria del Área de Mujer de los comunistas, Cristina Simó, ha recalcado que la abolición de esta práctica "es la única realidad que cabe para la dignidad humana". La dirigente del PCE ha hecho estas declaraciones durante la presentación del monográfico sobre prostitución que recoge el nuevo número de la revista del partido, Nuestra Bandera, que ha tenido lugar esta mañana en el Ateneo de Madrid.
"Estamos en contra de que se regule la prostitución porque convierte a las personas en objetos de venta", ha insistido. Asimismo, ha querido dejar claro que los comunistas españoles vinculan esa práctica a "las diferencias de clase", ya que quienes lo ejercen son en su inmensa mayoría "pobres, inmigrantes o están en riesgo de exclusión social". Simó ha ejercido de moderadora del debate que se ha celebrado en el Ateneo y en el que han participado algunos de los articulistas de la mencionada revista, que se han mantenido a pies juntillas en ese mismo discurso abolicionista.
Una de ellas, la concejala de IU en El Escorial y miembro de la Secretaría de la Mujer del PCE, Eva Palomo, ha lamentado que "el modelo neoliberal" provoque que "fenómenos que suponen represión", como el de la prostitución, "se justifiquen en la libertad de elección" banalizando así sus causas y efectos. La también profesora universitaria, que ha hecho un pequeño repaso de cómo ha abordado la cuestión de la prostitución la tradición socialista y humanista, ha recordado que lo que pretende su publicación es "intentar hacer ver que existe un daño físico y psicológico para las mujeres" que venden sus cuerpos.
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"No es la profesión más antigua del mundo, es la forma más antigua de violencia de género y esclavitud", ha apuntado, por su parte, Enrique Díez, profesor de la Universidad de León, coordinador del Área de Educación de IU y líder de la plataforma Hombres por la Abolición de la Prostitución. Él ha recordado que ese esquema es aplicable a los casos de hombres que se prostituyen, pero ha querido dejar claro que cualquier regulación de esa práctica "equivale a aceptar un modelo de relaciones asimétricas entre hombres y mujeres", que supone avalar "el control patriarcal".
Díez ha sacado a colación la noticia adelantada por Público sobre la proliferación de los casos de universitarias británicas que recurren a la prostitución para poder pagarse los estudios, para demostrar que ante la delicada situación de la economía se está incrementando la venta del cuerpo "para satisfacer a los hombres occidentales". "Ejecutivos agresivos, niñatos, solteros y hasta curas", ha resaltado, hacen uso del servicio de mujeres y hombres que se prostituyenen lugar de "ligar" con otras personas en condiciones de igualdad.
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"Se está normalizando la prostitución como profesión de los pobres", ha lamentado, antes de denunciar el "silencio" de los hombres que se convierten en "cómplices" de "esta forma de esclavitud". Además de la abolición de la prostitución, él propone "cambiar la mentalidad a través de un giro en la educación que modifique el concepto de las mujeres como objetos sexuales".
En el monográfico de Nuestra Bandera también ha participado el presidente del Ateneo de Madrid, Carlos París, que ha querido despojarse del calificativo de "reprimido" que, según él, suele atribuirse a quienes defienden la ilegalización de la prostitución. "El ejercicio libre de la sexualidad es todo lo contrario de lo que ocurre con la prostitución, que está ligada a la desigualdad", ha insistido. En el número colaboran, además, la secretaria del Área de Mujer de IU, Rosario Luque, o la histórica activista feminista, escritora y abogada Lidia Falcón.