La presidencia más deseada de PSOE y PP
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Nunca antes en la historia del Estado de las autonomías el PP había estado tan cerca de conquistar Castilla-La Mancha, un feudo gobernado de forma ininterrumpida por el PSOE desde hace 28 años. Los socialistas acumulan siete mayorías absolutas consecutivas, seis con José Bono y una con José María Barreda. En este contexto, no es de extrañar que los conservadores hayan echado el resto en la larga campaña electoral entre la oficial y la oficiosa en esta comunidad. Su candidata, María Dolores de Cospedal, es también secretaria general del PP y ha protagonizado múltiples actos con Mariano Rajoy en tierras manchegas. En ocasiones, el PP incluso ha trasladado actos nacionales del partido a Toledo para que Cospedal pudiese acudir a las Cortes autonómicas.
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Y si vital es revalidar el triunfo para el PSOE y Barreda son los últimos comicios a los que se presenta, también lo es para el PP y Cospedal al haber trasladado esta batalla al ámbito nacional. El resultado en Castilla-La Mancha simbolizará mañana la victoria o la derrota de ambas formaciones en España.
La número dos del PP concurre por segunda vez a estos comicios, pero con expectativas muy diferentes a las de 2007. Por primera vez, algunos sondeos apuntan que Cospedal podría ganar a Barreda. La estimación del Publiscopio, sin embargo, pronostica una resistencia numantina de los socialistas en esta plaza, que mantendrían por un solo diputado. Según la encuesta, el PSOE lograría 25 sillones en el Parlamento y el PP, 24.
Tras la reforma de la Ley Electoral aprobada en noviembre de 2007, los manchegos elegirán a 49 representantes, frente a los 47 de hace cuatro años. En concreto, añaden un escaño las provincias de Guadalajara, que pasa a elegir ocho, y Toledo, que sube a doce. Según el Publiscopio, el PSOE lograría la victoria autonómica en Ciudad Real, donde sumaría un escaño más que el PP. Esta es la única de las cinco provincias con número impar de diputados y en ella están en juego once escaños. Los socialistas lograrían seis. Pero también resulta relevante el resultado en Guadalajara, donde el PP tiene puestas buena parte de sus esperanzas. Según el Publiscopio, ambos partidos obtendrían cuatro escaños, pese a que el PP saca una ventaja de seis puntos a los socialistas. Pero si esa diferencia se ampliara hasta los diez puntos, el reparto de escaños sería de 5 a 3 a favor del PP y Cospedal ganaría las elecciones.
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Consciente de las dificultades de estos comicios entre la crisis y las movilizaciones ciudadanas de última horay de que Cospedal le pisa los talones, Barreda se ha volcado en una campaña bajo el lema No da igual, destacando que la salida de la crisis es distinta si se hace por la izquierda o por la derecha. En sus mítines, el candidato del PSOE ha hecho hincapié en la gestión de lo público, sobre todo en sanidad y en educación, señas de identidad de los gobiernos socialistas.
Barreda también ha aprovechado las intervenciones públicas para resaltar su "dedicación exclusiva" a la tarea de presidir la comunidad en contraposición a su rival. La doble condición de Cospedal, que también es secretaria general del PP, y el anuncio de que intentará compaginar ambas responsabilidades si gana las elecciones han sido muy criticados por el cabeza de lista socialista, que aprecia "algo de desprecio" hacia los manchegos en esa actitud. "No entiendo que alguien pretenda gobernar desde la lejanía", señaló en la charla digital en Público el pasado miércoles. Tampoco han faltado las alusiones de los socialistas al salario de Cospedal: en 2010, sus retribuciones se cifraron en 223.597 euros, tres veces más de lo que gana Barreda. Estos datos la convierten probablemente en la política mejor pagada de España (con permiso de Rajoy).
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En la recta final de la campaña, Barreda también ha aprovechado para criticar a su contrincante por negarse a mantener un debate en televisión. La dirigente del PP ha ido dando largas desde hace semanas, pero al final no ha querido enfrentarse en un cara a cara con el presidente manchego.
Los conservadores esgrimen en contra de la gestión de Barreda el alto déficit de la comunidad, que supera el 6%, así como la construcción del aeropuerto de Ciudad Real, sin apenas tráfico, en el que la Junta invirtió de forma indirecta. Cospedal insinuó ayer, en una entrevista en TVE, que la situación es crítica y que esta infraestructura podría estar a punto de cerrar.
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La crisis ha centrado buena parte del discurso del PP durante la campaña, con la creación de empleo como eje central. Sin embargo, también se han referido al "mantenimiento de los servicios sociales, sobre todo la educación y la sanidad".
Los conservadores intentan tomarse con prudencia aquellas encuestas que les auguran la victoria, aunque dicen contar "con un respaldo social muy amplio, que percibimos en los mítines y en el ambiente".
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Para el candidato de IU, Daniel Martínez, sin embargo, la transformación sólo llegará a Castilla-La Mancha con su regreso a las Cortes. Ese es el objetivo que persigue, si bien denuncia que la reforma "chapucera" de la Ley Electoral se lo pone muy difícil. Aunque la norma establece un mínimo del 3% de los votos para obtener representación parlamentaria, Martínez se queja de que, en realidad, "IU necesita conseguir como mínimo el 8% de las papeletas". Pese a este obstáculo, el candidato de IU confía en "dar la sorpresa" y volver al Parlamento regional.