El PP exige al Gobierno que Batasuna no sea legalizada
Cospedal pide que se cumpla con "total exactitud" la Ley de Partidos. Duda a la hora de desautorizar a Mayor Oreja
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"Ni ETA-Batasuna ni ninguna de sus franquicias se pueden presentar a las elecciones autonómicas y municipales", fue el apunte que colgó ayer el PP en el Facebook de Mariano Rajoy unas horas después de que la izquierda abertzale presentara los estatutos de su nuevo partido.
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Los conservadores se servían así de las redes sociales para hacer llegar el mensaje que, por la mañana, había resumido en rueda de prensa María Dolores de Cospedal. La secretaria general del PP exigió al Gobierno que cumpla con "total exactitud" la Ley de Partidos y "utilice todos los instrumentos que le da el Estado de derecho para impedir que Batasuna vuelva a las instituciones el 22-M. Aunque señaló que la "legitimidad" para entablar el procedimiento corresponde al Ejecutivo, Cospedal indicó que su partido hará "cuanto esté a su alcance" para frenar su regreso.
"Batasuna no puede presentarse a las elecciones ni con un nuevo partido ni con listas blancas ni formando parte de otros partidos legales o de listas de otros partidos legales", declaró. La derecha defiende que es necesaria la condena del terrorismo de ETA y que no basta con una declaración de separación y rechazo, pero los que rodean al jefe de la oposición temen que, al final, Batasuna encuentre "una vía por donde colarse".
Para el PP no cabe otro final de la organización terrorista que el "de disolverse, entregar las armas, pedir perdón a las víctimas, someterse al imperio de la ley y condenar la violencia, desde ya y por todo lo que llevan haciendo desde hace mucho años". Cospedal recordó que es el discurso que sus dirigentes vienen repitiendo desde hace tiempo: "No puede ser más claro, rotundo y diáfano", dijo.
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Cuando le preguntaron si su partido se fía del Gobierno o si comparte las tesis del exministro de Interior Jaime Mayor Oreja que acusó el sábado pasado a Zapatero de mantener abierta una negociación con ETA, Cospedal remitió a lo dicho y mantuvo que la posición del PP en este terreno era "suficientemente clara".
En las filas de Rajoy necesitan a Mayor para satisfacer las demandas de la parte de su electorado más ultra. Y, además, les viene bien para enviarlo a las manifestaciones a las que la cúpula no quiere asistir. Pero, después, cuando su portavoz en Bruselas enciende los ánimos con sus opiniones, dudan sobre si deben o no desautorizarle.
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En la marcha organizada por Voces contra el Terrorismo, Mayor afirmó que "Zapatero necesita a ETA para hacer una segunda transición y ETA a alguien como Zapatero que le ponga España patas arriba para avanzar en su proyecto rupturista".
El expresidente del Gobierno Felipe González aseguró ayer en la Ser que la insistencia de Mayor es un problema "freudiano", ya que "está trasladando al otro lo que a él le pasa". "Parece ser que no querría que desapareciera el fenómeno del terrorismo", afirmó González, dejando caer que sin ETA el dirigente conservador se quedaría sin discurso. El secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, tachó de "inaceptables" sus declaraciones y pidió a Rajoy que aclare si es él el "portavoz" en política antiterrorista.
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Cospedal prefirió eludir la polémica argumentando que se trata de un miembro del comité de dirección. Con ello parecía avalarlo. Pero, a continuación, enunció la postura oficial del PP, que se distancia claramente de la de su compañero: "El PP ha dicho que, mientras el Ejecutivo no cambie la política antiterrorista, nosotros la apoyaremos". Un cargo conservador reconoció que la frase de González le sonaba fuerte. "¿Y la de Mayor?", se escuchó decir. "También", confesó.