La Policía no quiere imitadores
Interior inicia los trámites para registrar como marca el nombre y los emblemas del Cuerpo Nacional de Policía
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Los imitadores no respetan nada ni a nadie. Ni siquiera a la Policía. Por ello, el Ministerio del Interior "tiene previsto" iniciar los trámites para registrar como "marca" en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) el emblema, la placa y las palabras del "Cuerpo Nacional de Policía CNP". Así aparece recogido en una respuesta oficial enviada recientemente por el departamento de Alfredo Pérez Rubalcaba al sindicato Confederación Española de Policía (CEP), uno de cuyos vocales había alertado en una reunión del consejo asesor del cuerpo de la "proliferación de todo tipo de productos" en los que se estaba usando el nombre y los emblemas de la institución.
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En su respuesta, a la que ha tenido acceso Público.es, Interior asegura que el objeto final del registro de la marca es "evitar la comercialización y uso de imitaciones o réplicas, sin previa autorización, por entidades u organizaciones de carácter privado". El ministerio habla, incluso, de implantar un copyright para las prendas de uniformidad y emblemas policiales, para lo que ha puesto a trabajar de modo conjunto a la Unidad de Coordinación y a la División de Corrodinación Económico y Técnica de la Dirección General de la Policía.
Fuentes policiales aseguran que la medida puede ayudar a evitar que grupos de delincuentes utilicen en ocasiones emblemas y ropa similares a los que usan ellos para cometer delitos. Es el caso de los llamados ‘policías full', bandas especializadas en cometer sus atracos tras enseñara las víctimas placas casi idénticas a las que usan los agentes de verdad y que pueden ser adquiridas libremente en numerosos establecimientos dedicados a parafernalia militar y policial.
"No son como los carnets y las placas oficiales, pero la gente normal no sabe distinguir entre una verdadera y una falsa cuando se las muestran únicamente unos segundos", añaden policías dedicados a combatir esta criminalidad organizada. De hecho, ni los propios delincuentes suelen percatarse de las diferencias ya que numerosas víctimas de estos ‘policías full' son, precisamente, otros delincuentes. A estos, habitualmente, les roban alijos de droga o sus propios botines.