40 años dan para muchas cosas. Durante las últimas cuatro décadas, la popular Aste Nagusia (Semana Grande) de Bilbao ha ofrecido un sinfín de imágenes. Sin embargo, la postal registrada este lunes a lo largo de la Gran Vía era, sencillamente, inédita: esta vez han sido los pensionistas quienes han encabezado una gigantesca marcha, en la que han estado acompañados por jóvenes de las distintas konpartsas que dan vida a esta semana festiva en la capital vizcaína. La combinación ha sido perfecta: entre tambores, gritos y silbatos, la reivindicación de unas pensiones dignas ha sido más ruidosa y colorida que nunca.

La quinta manifestación del movimiento de pensionistas de Bizkaia será difícil de olvidar para quienes han copado la Gran Vía bilbaína. “Se trata de la primera vez que jubiladas y jubilados nos movilizamos en Aste Nagusia”, destacó a Público uno de los manifestantes, Josopo Barrutia. Su afirmación era fácil de comprobar en cualquiera de los vagones del metro de Bilbao, donde a media mañana ya se notaba el intenso ritmo de personas que se dirigían al centro de la capital vizcaína para participar en esta movilización.

Bajo un intenso sol, miles de personas recorrieron los 1,2 kilómetros que separan a la plaza Moyua del ayuntamiento. A lo largo de ese trayecto, varias konpartsas (integrantes de los colectivos de distintos ámbitos que organizan Aste Nagusia) mostraron su apoyo a las reivindicaciones de los pensionistas. “Tener su acompañamiento es un gran honor y una gran alegría”, destacaba Xabier Isasa, uno de los militantes de la marea pensionista vasca que ha trabajado en la organización de esta jornada reivindicativa.

Durante los últimos treinta lunes, este jubilado vasco acudió a todas y cada una de las concentraciones realizadas en el exterior del ayuntamiento. En esta ocasión, al coincidir con las fiestas populares, el movimiento de pensionistas optó por transformar la concentración semanal en una manifestación por el centro de la ciudad. “Hoy volvemos a ver que no estamos solos, que la gente responde. Este movimiento también está creciendo en los pueblos de Bizkaia. Tenemos unos objetivos comunes que nos siguen uniendo, y no vamos a parar”, comentó.

Contra las pensiones privadas

Durante el recorrido por la Gran Vía también hubo tambores y txistus, así como diferentes lemas a favor de unas pensiones tan públicas como dignas. “Hoy lo hacemos en un ambiente festivo, pero se trata de lo mismo que venimos reclamando desde que nos pusimos en marcha hace siete meses: 1.080 euros de pensión mínima para todo el mundo, que el IPC sea una constante per se, la defensa de unas pensiones públicas… En otras palabras, queremos un sistema que refuerce y mejore lo público, no planes privados de pensiones que buscan camuflar nuestras reivindicaciones”, apuntó Barrutia.

El apoyo y la solidaridad hacia la marea vasca ha llegado también desde otros puntos del Estado: entre los manifestantes había pensionistas de Asturias, La Rioja y Cantabria.

Vallas antipensionistas

Al llegar al ayuntamiento, se toparon con una sorpresa: la entrada estaba rodeada de vallas, lo que les impidió colocarse en las escalinatas, tal como hacen cada lunes. "El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, nos ha hecho este regalo, unas vallas. Él no está con los pensionistas. Y nosotros no estamos con él", dijeron los portavoces a través de la megafonía.

Las vallas del Ayuntamiento de Bilbao con carteles a favor de unas pensiones dignas - Danilo Albin

En el manifiesto leído allí mismo, reclamaron la "derogación de las reformas vigentes" y calificaron las medidas pactadas por el PNV con el anterior gobierno del PP como "parches insuficientes". "Terminamos con nuestra consigna: gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden", exclamaron.