Pedagogía para preservar la memoria

Un año antes de aprobarse la ley 52/2007 de memoria histórica, el Ejecutivo socialista ya otorgaba ayudas económicas para realizar exhumaciones en fosas comunes del franquismo. En cambio, estos trabajos de recuperación de restos de fusilados de la Guerra Civil y de la dictadura se llevaban realizando, con métodos científicos, desde el año 2000. Lo que favoreció la iniciativa económica de la Administración fue el auge, por todo el país, de las investigaciones y los homenajes a represaliados. En el nuevo contexto de recortes —en el que las ayudas para 2012 en este ámbito se han reducido en un 59,67% respecto a 2011— las asociaciones temen que comiencen a descender los actos que reivindican la memoria de quienes perdieron la guerra y sufrieron casi cuatro décadas de persecución.

De los 6,2 millones de euros que el Gobierno destinó a colectivos de memoria el año pasado, en 2012 se han quedado en 2,5 y la gran mayoría está previsto que se destine a proyectos de exhumación en fosas comunes.

Actividades pedagógicas como la que tiene lugar desde hoy en Ciudad Real, de homenaje a víctimas y con testimonios de expertos, podrían disminuir notablemente. El tijeretazo no sorprende, sin embargo, a los organizadores de este tipo de encuentros.

José Antonio Millán, presidente de la Asociación Memoria Histórica de Ciudad Real (AMHCR) e impulsor de las jornadas que arrancan hoy, cree que este recorte afectará a la divulgación de los trabajos que se están realizando ahora mismo. Aunque para esta actividad la AMHCR contaba con una ayuda del ministerio de Presidencia, a partir de ahora se financiará "con conciertos y charlas". "Han recortado más de dos millones y medio de euros, justo lo que se han tenido que gastar en pelotas de goma y gases lacrimógenos para este año", denuncia.

Los homenajes y los actos de reivindicación se verán  afectados por el recorte de las subvenciones

Millán es sobrino nieto de Ramón Picazo Castillejos, fusilado en Alcázar de San Juan en octubre de 1939, seis meses después de finalizada la Guerra Civil.

Motivos personales y de "justicia social" son los que empujaron a este manchego a crear, en 2009, la asociación. Su tío abuelo, militante de la CNT de Tomelloso al estallar la guerra, fue acusado de un delito de adhesión a la rebelión y sentenciado a muerte en un consejo de guerra sumarísimo y de urgencia en Alcázar de San Juan el 6 de junio de 1939. Tenía 29 años.

Historias como la del tío abuelo de Millán se escucharán en el transcurso de las jornadas, el jueves y viernes, en el campus de Ciudad Real de la universidad de Castilla La Mancha. Este marco académico acogerá también las intervenciones de expertos como el forense Francisco Etxeberría, que ha trabajado en la identificación de cientos de restos de represaliados rescatados de las fosas comunes. El magistrado emérito del Tribunal Supremo José Antonio Martin Pallín, el abogado impulsor de la querella argentina contra los delitos de la dictadura, Carlos Slepoy, y la abogada y miembro de Amnistía Internacional Giulia Tamayo ofrecerán otras intervenciones profesionales.

Preservar la memoria de quienes padecieron la represión y divulgar el conocimiento histórico de aquellos años -etapa que no figura en muchos libros de texto- es el objetivo de este tipo de encuentros solicitados por la propia ciudadanía. "Estas jornadas responden a la demanda que tienen muchas personas en Ciudad Real por conocer su pasado más reciente", explican desde la AMHCR.

Rescatar las historias vitales de quienes durante muchos años solo hablaron en voz baja es la tarea en la que se ha embarcado Aitor Fernández, director de la película documental Vencidos, que incluye más de 100 testimonios de víctimas de la represión. Un adelanto de este trabajo, actualmente en fase de producción, podrá verse esta tarde en la universidad manchega. Una de las protagonistas del documental, Carmen Arrojo, contará su experiencia en persona.

El equipo que encabeza Fernández ha recorrido en dos años 12.000 kilómetros y grabado 200 cintas. Y todo, mediante la autogestión, las aportaciones de pequeños productores y la labor voluntaria de varias personas.

La imagen, a través del objetivo, también contribuye a preservar la memoria. En el marco de las jornadas, los fotógrafos Eloy Alonso y Javier Larrauri exponen sus trabajos realizados tanto en las fosas comunes del franquismo, el primero, como con mujeres republicanas el segundo.

El mismo día que se cumplen 75 años del bombardeo de la legión alemana Cóndor sobre la ciudad de Gernika, las jornadas de Ciudad Real tendrán un recuerdo para las cerca de 300 víctimas mortales que dejaron los aliados de Franco durante la guerra.

Al igual que en la ciudad manchega, numerosos municipios españoles acogen con frecuencia congresos y jornadas similares que aúnan la reivindicación política y social para fomentar la memoria colectiva y contribuir a la reparación de las víctimas.

El Congreso internacional celebrado en la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid el pasado fin de semana, organizado por Foro por la Memoria de Madrid, es otro ejemplo de iniciativas que continúan en la brecha pese a los recortes y con el foco puesto en preservar el testimonio de los vencidos.