Después de un suceso trágico siempre se buscan explicaciones. Tras el terrible atropello de una docena de personas en la localidad catalana de Castelldefels, que también ha dejado catorce heridos, todo el mundo se fija en el paso subterráneo que servía para cruzar las vías y que sustituía al elevado. 

Según los testigos, 'el paso subterráneo es muy estrecho y estaba lleno de gente'. Marcelo Carmona, un boliviano que también presenció el atropello, también habla de un paso 'abarrotado'. Según Carmona, segundos antes del siniestro 'una oleada de gente se lanzó a las vías' para ir a la playa. 'El convoy llegó a toda velocidad, sonó el claxon varias veces y a los tres segundos todo se llenó de cadáveres', añade Carmona.

Sin embargo, las autoridades insisten en pedir 'prudencia' en este tipo de casos y 'esperar unos minutos antes de poner en riesgo la vida'. Así lo ha asegurado el president de la Generalitat de Catalunya, José Montilla, quien ha afirmado en declaraciones a la Cadena SER que 'la prudencia es algo que siempre debe aplicarse'. En relación a si el paso subterráneo 'estaba colapsado o no', Montilla se ha limitado a decir que 'habrá que analizarlo'. 

Para el análisis, el conseller de Interior, Joan Saura, ha afirmado que se abrirá una investigación para averiguar las circunstancias en las que se produjo la tragedia, que ha calificado de 'terrible'. El alcalde de Castelldefels, por su parte, ha explicado que el paso elevado estaba cerrado por obras y que estaba correctamente señalizado. En ese sentido se expresan también Renfe y el ministro de Fomento, José Blanco, quien afirma que 'se construyó un túnel para aumentar la seguridad' y que 'la estación estaba perfectamente señalizada con la prohibición total de cruzar las vías'. Desde Renfe aseguran que la estación también cuenta con un ascensor, además del paso subterráneo.