El obispo de San Sebastián dice que la Iglesia debe ser "propositiva, y no impositiva"
Juan María Uriarte cree que la institución debería apoyarse en profesionales de la medicina o del derecho a la hora de defender sus posiciones
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El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, afirmó este lunes que la posición de la Iglesia ante el aborto tiene que ser "neta y firme" y añadió que, "como en todos los puntos conflictivos", debe ser "clara y propositiva, y no impositiva". Asimismo, consideró que debería estar "acompañada" de otros ámbitos profesionales, que "no deberían dejar tan sola a la Iglesia cuando defiende principios tan importantes".
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En su intervención en el Forum Europa-Tribuna Euskadi, Uriarte recordó que la Iglesia tiene "una posición neta, firme y fundada, con siglos de formulación" al respecto y añadió que el hecho de que "exprese su pensamiento" en este momento, ante la propuesta de reforma de la ley del Aborto, es "lo menos que puede hacer".
"No solamente lo puede hacer, sino lo debe hacer. Otra cosa es la manera como lo exprese y los medios que utilice, con los que uno puede estar más o menos de acuerdo", afirmó el obispo vasco, que insistió en que la posición ante el aborto debe ser "neta y firme".
Asimismo, opinó que, "como en todos los puntos conflictivos, la Iglesia debe ser clara y propositiva, y no impositiva". Según explicó, "no debe dar la impresión de estar recriminando a la sociedad, sino proponiendo a esa sociedad y debe hacerlo desde un actitud dialogante y razonada".
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Por otra parte, consideró que la Iglesia debería estar "acompañada" de "otros medios profesionales, del derecho y de la medicina, etc, que tienen también una palabra que decir".
"No deberían dejar tan sola a la Iglesia cuando defiende principios tan importantes" , reclamó Juan María Uriarte, que preguntado sobre recientes informaciones sobre la postura de la Iglesia vasca indicó que "hablar de beligerancia es un tanto desmedido".
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Uriarte también tuvo tiempo de hablar sobre la situación de ETA y un hipotético final dialogado de la violencia. El obispo expresó su "cercanía" y "sensibilidad" hacia los familiares de los presos de ETA que "sufren" al tener que desplazarse centenares de kilómetros para poder visitar a los reclusos. En una conferencia ofrecida en Bilbao, Uriarte ha reconocido que sus afirmaciones sobre los derechos de los presos suscitan "incomprensión" pero, ha dicho, "un obispo que no hablara de esto no tendría misericordia".
Según ha dicho, las medidas de acercamiento o alejamiento de presos de ETA -respecto de los centros penitenciarios del País Vasco- "se han conducido por razones políticas" pero, a su juicio, existen "razones humanitarias que requieren el respeto de los derechos" de los encarcelados y, "sobre todo, que las familias de los presos no deben pagar con esos viajes" para acudir a visitarles.
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Uriarte ha reivindicado el valor del diálogo como instrumento "insustituible para resolver cualquier conflicto" dentro de un Estado o en las relaciones internacionales y ha expresado su "convicción firme y neta" de que éste debe ser el camino para avanzar hacia la paz también en Euskadi.
Ha afirmado que a la Iglesia "le toca reivindicar con valentía el diálogo como victoria de la palabra sobre la violencia y la fuerza", aunque ha aclarado que "no corresponde a la Iglesia establecer los momentos, ni los modos, ni las condiciones mínimas" ante un posible final negociado del terrorismo. Además, ha considerado "injusto" afirmar que "la Iglesia haya sido tibia en la búsqueda de la paz, o en la condena del terrorismo de ETA, o en la cercanía a las víctimas o en la reclamación de los derechos intangibles que deben ser respetados incluso para los autores de los mayores delitos".
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Uriarte ha exigido a ETA "no sólo que deje las armas", que a su juicio "con el tiempo lo hará porque no tiene más remedio", sino que "desaparezca".
Ha respondido al presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, que acusó al obispo de ser "un lastre para la paz", que su aspiración personal es avanzar hacia la superación de la violencia, proponiendo que "unos y otros" acepten "un recorte en sus aspiraciones" políticas "para llegar a un acuerdo entre todos, que sea la garantía de una paz justa".
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Para avanzar por ese camino, Uriarte ha reclamado un compromiso en la educación para la paz y promover la reconciliación. Ha recomendado "serenar nuestros sentimientos en la política" para evitar la "demonización del adversario político, la pasión por liquidarlo y la desconfianza profunda que congela el acercamiento mutuo, que obran en muchos ciudadanos y en muchos dirigentes" de partidos vascos, según ha criticado.
Para propiciar el acercamiento entre las diferentes opciones, ha planteado la necesidad de fomentar "la conciencia cálida de pertenecer al mismo pueblo" ya que, aunque unos sientan más su pertenencia a Euskadi y otros a España, "no somos dos comunidades forzadas" sino "un pueblo políticamente plural, pero un pueblo y no podemos dejar a unos hijos la imagen de un pueblo fragmentado". Ha recomendado al nuevo Gobierno Vasco, independientemente de qué formación lo vaya a liderar, que "favorezca el camino hacia la paz, impulsando un encuentro entre diferentes sensibilidades".