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"¡Nuestro único enemigo es el sionismo! ¡Arriba España!"

El cementerio de la Almudena (Madrid) acogió ayer un homenaje neonazi

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"¡Nuestro único enemigo es el sionismo! ¡Arriba España! ¡Arriba Europa!". Los organizadores del homenaje a los caídos de la División Azul alentaron así ayer por la tarde a los 120 jóvenes congregados en el cementerio de la Almudena (Madrid), en el último acto neonazi que se ha celebrado en la capital. Todos, organizadores y seguidores, respondieron al cierre de los discursos con el saludo fascista.

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Por segunda vez en una semana, la ultraderecha se concentró ayer frente al mausoleo dedicado a los soldados españoles que combatieron y murieron defendiendo a Hitler durante la II Guerra Mundial. A diferencia del acto del miércoles pasado, ayer no se entonó el Cara al sol.

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El cementerio de la Almudena (Madrid) acogió ayer un homenaje neonazi

Los convocantes, la organización neonazi Juventud Patriota de Madrid, tomaron nota del revuelo que había organizado los días previos la concentración de la Hermandad de la División Azul.

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También redujo sus pretensiones, tal y como advirtieron los organizadores, el aviso de la Delegación del Gobierno, que advirtió de que iba a vigilar y grabar el acto para que no hubiese desmanes. En los próximos días, la Policía analizará el video de los 45 minutos que duró el acto que para estudiar si se incurrió en delito.

Durante la semana, varios juristas han reclamado que se utilice la Ley de Partidos para impedir estos actos, al reclamar que los organizadores están incurriendo en un delito de apología de la violencia.

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La policía decidirá en los próximos días si se incurrió en algún delito

El acto de ayer fue una versión juvenil del homenaje del miércoles. Los neonazis que acudieron menores de 25 años y con las cabezas rapadas o encapuchadas, en su mayoría jalearon las palabras de sus líderes. Apenas hubo una decena de chicas. "Esto es una cosa más de hombres", explicaba orgulloso un asistente.

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La Delegación del Gobierno de Madrid no impidió que se celebrasen ambas manifestaciones porque la ubicación de la concentración un cementerio en terreno municipal impide a esta institución determinar si existe o no el derecho a manifestación. "Se escapa de nuestras competencias", explicó un portavoz. No obstante, la Policía Nacional desplegó hasta cinco furgones antidisturbios junto a la puerta de acceso del camposanto, con cerca de 30 agentes, algunos de ellos de paisano.

Tras la lectura de los discursos, los líderes instaron a los jóvenes a "tributar" en un mausoleo cercano a lo que los presentes hicieron caso omiso y se realizó una ofrenda floral. Con este acto, uno los ponentes dio por concluido el evento con un grito a todo pulmón: "¡Aplaudid, coño!".

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