Montjuïc deja las armas
El castillo será un centro cultural a partir del 15 de junio
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Hay castillos construidos con finalidades decorativas y otros levantados para defender y atacar. En esta segunda categoría se encuentra el castillo de Montjuïc de Barcelona, un lugar que para muchos es un buen mirador donde llevar a los turistas y poca cosa más. El halo de represión y muerte que proyecta la fortaleza la ha mantenido siempre alejada de los ciudadanos. Ahora, el ayuntamiento barcelonés afronta el reto de dotar el fortín de usos públicos, pero, ¿cómo se devuelve un castillo a la ciudad a la que pertenece?
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Tras cuatro años de arduas negociaciones, en abril del año pasado, el alcalde, Jordi Hereu, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pactaron el cambio de usos del castillo. Partiendo de tres ejes -cultura, memoria y paz- la fortaleza se convertirá en un nuevo equipamiento público con finalidades culturales a partir del 15 de junio.
Entre los preparativos para la transformación del castillo ocupa un lugar destacado el desmantelamiento del Museo Militar, que se está realizando de mutuo acuerdo con el Ministerio de Defensa. Algunas piezas se quedarán en Montjuïc, otras se trasladarán al Museu d'Història de la Ciutat, y otras se ubicarán en Toledo, donde se está terminando un importante museo militar.
La retirada de símbolos franquistas empezó hace un año y lo primero que se guardó en un almacén fue la monumental estatua ecuestre del general Franco, que presidió el patio de armas hasta 1986.
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El recinto tiene un pasado que el Ayuntamiento no puede ni quiere olvidar, pero el objetivo es que pese más la mirada positiva a través de unos contenidos que fomenten la cultura de la paz. "Tenemos que conseguir quitar el velo mental que hay alrededor del castillo", comentó Jordi Hereu en su visita al futuro Centro de Interpretación del recinto."Cuando hacía la mili me tocaban muchas guardias aquí", recordó un emocionado Hereu ante las obras de rehabilitación de la fortaleza. Unos trabajos complicados debido a las características del recinto.
"Conseguiremos adaptarlo, la gente con silla de ruedas podrá llegar con facilidad y disfrutar del castillo", aseguró el alcalde.La responsable de dirigir el centro, que consta de 6.000 metros cuadrados, será la técnica municipal, Carme Segura. Ella coordinará y dotará de contenidos el futuro Centro de la Paz, el nuevo museo del castillo y el Centro de Interpretación de la montaña.
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Desde su construcción, la fortaleza ha ido mutando como un camaleón. Se levantó en 1779 para defender Barcelona, pero desde el castillo se bombardeó en dos ocasiones la ciudad y durante mucho tiempo los cañones de la fortaleza apuntaron hacia ella. El franquismo se apoderó del fortín. En su interior se celebraron los juicios sumarísimos, en 1940 se fusiló al president Lluís Companys (entre otros), y albergó una cárcel que llegó a tener hasta 200 calabozos. Reducto de un cierto franquismo sociológico, en el castillo de Montjuïc se celebraban las misas por los caídos hasta hace muy poco tiempo.
Por todo ello, la recuperación social del castillo es un hecho histórico esperado desde hace años. La fecha que simbolizará la devolución será el 15 de junio. Ese día una fiesta popular abrirá el recinto y se mostrarán rincones del castillo vedados al visitante durante 50 años. Un concierto al aire libre a cargo de Raimon, en la fosa donde fusilaron al president Companys, escribirá el punto y aparte con el pasado de cárcel y opresión de la fortaleza militar.