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Montilla: "Zapatero tiene un problema con Catalunya"

El president de la Generalitat lanza un aviso ante la falta de respuesta del Ejecutivo a la petición catalana de defender el Estatut

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El sábado aguantó estoicamente silbidos e insultos en la cabecera de la manifestación por el autogobierno de Catalunya y es consciente de que las expectativas electorales de su partido no son alentadoras. Con ese panorama muy presente, José Montilla ha decidido endurecer su discurso y pedir al presidente Zapatero que atienda los problemas que tiene el PSC en la comunidad donde el PSOE fundamentó parte de su último triunfo en las elecciones generales.

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El president de la Generalitat decidió mandar una señal de alarma inequívoca ante el silencio de José Luis Rodríguez Zapatero tras la multitudinaria manifestación del pasado sábado en Barcelona. "No me toca hacer de portavoz ni de intermediario de Zapatero, pero es cierto que tiene un problema con Catalunya en la medida en que lo tiene España", declaró Montilla. "El mal llamado problema catalán' es también un problema de España y de todas las fuerzas políticas", agregó el president.

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En declaraciones a RAC1, Montilla avisó de que "los diputados del PSC están al servicio de Catalunya, no al servicio de otras estrategias, tampoco de las que se recrean en la indisoluble unidad de España". El president recordó, además, que la sentencia del TC está "llena de ofensas gratuitas, que es lo más grave" y "se recrea" en ideas que ya figuran en la Constitución, como "la indisoluble unidad de la nación española".

Con estas palabras, pidió a Zapatero que aborde ya una situación que preocupa al PSC. Las declaraciones que hasta la fecha ha realizado el presidente del Gobierno sobre la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que recorta el Estatut hablaban del "fin de todo un proceso de descentralización política", lo contrario de lo que el PSC ha defendido.

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En los últimos meses, diversas fuentes del PSC han admitido que parte de sus aspiraciones electorales pueden pasar por un gesto del presidente Zapatero que puedan exhibir como prueba de la efectividad de su política de pactos con el Gobierno.

En este sentido, empieza a vislumbrarse la fecha de la esperada reunión que deben mantener Montilla y Zapatero la próxima semana. Fuentes del Govern consultadas por este diario afirman que podría producirse un encuentro en La Moncloa el próximo miércoles, día 21, o el jueves, 22, en función de cómo resuelva Zapatero las resoluciones posteriores al debate del estado de la nación.

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Esa cita permitirá comprobar si Zapatero muestra en materia de autogobierno una postura más cercana a las tesis de un PSC que presumiblemente llegará exigido por los acuerdos que pueda alcanzar con los partidos proestatuto este viernes en un pleno extraordinario del Parlament.

A pesar del silencio del presidente sobre las renovadas demandas catalanas, sí se refirieron a ellas miembros de su gobierno y su partido. Y a tenor de lo oído, no parece que las sensibilidades hayan variado demasiado en los últimos días.

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La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega volvió a asegurar que el Estatut cabe "perfectamente" en la Constitución y que la autonomía que reclama Catalunya tiene espacio en el proyecto "plural y diverso, pero común, que es España", sin más concreciones al respecto.

El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró por su parte que la actitud de un político demócrata es "ser sensible" a lo que "la gente dice en la calle", aunque insistió en que los recortes del TC son "muy pequeños" y recriminó al PP que esté "callado" para asegurarse futuros apoyos de partidos catalanes.

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Otros socialistas fueron algo más críticos con el PSC. El presidente del Senado, Javier Rojo, rechazó los discursos "separatistas o separadores", aseguró que el TC "ha hecho el papel que le corresponde" y exigió "mucha responsabilidad" a los políticos. Por su parte, el ex presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, censuró que el poder político convoque a manifestaciones.

Más contundente se mostró el PP en boca de su secretaria general, María Dolores de Cospedal, que pidió explicaciones a Zapatero por la participación del PSC junto a otras formaciones "nacionalistas" a una marcha que tildó de contraria "a los principios de la Constitución".

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La multitudinaria marcha del sábado en Barcelona con el lema ‘Somos una nación. Nosotros decidimos' se ha dejado sentir en los partidos catalanes que le dieron su apoyo. El conseller de Educació, Ernest Maragall, representante del ala más catalanista del PSC, ha dado su apoyo al artículo de opinión publicado este fin de semana por el ex conseller socialista Ferran Mascarell en que se instaba a los partidos a endurecer su estrategia sobre el autogobierno. "Si en España hay alguien que se quiera federar con los catalanes para construir un Estado en igualdad de condiciones, ya nos lo dirán. Mientras, trataremos de construir una nación y un Estado que valga la pena", escribe Mascarell. Asimismo, Maragall ha recordado su artículo del pasado verano en el que apelaba a rehacer las relaciones entre Catalunya y España y a que el PSC tuviera su propio grupo en Madrid escindido del PSOE.

También en CiU se ha notado la marcha: mientras Convergència recurre a su cara reivindicativa, un grupo de militantes de Unió pedía que el partido apueste por la independencia. Desde Unió restaban trascendencia al asunto y aseguraban que no se plantean catalanizar más su discurso. 

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