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Moncloa acusa al PP de agitar los mercados contra España

El Gobierno afirma que no congelar las pensiones dañaría la "credibilidad" del país

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"La aprobación de esta proposición de ley llevaría a una pérdida de credibilidad y confianza en nuestro proceso de consolidación fiscal y en nuestra solvencia difícilmente recuperable (...) frente a instituciones internacionales y agentes económicos en general". El Gobierno justifica así el veto impuesto a la intención del PP de llevar al Congreso una iniciativa para frenar la próxima congelación de las pensiones aprobada dentro del paquete de medidas extraordinarias de reducción del déficit.

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El ajuste de las pensiones es el talón de Aquiles del Grupo Socialista. La oposición en bloque ha derrotado en nueve ocasiones al PSOE en el Parlamento, instando al Ejecutivo a garantizar la revalorización de las pensiones en 2011. Estas iniciativas -cuatro mociones y cinco resoluciones del Congreso- no son vinculantes; no tienen efecto más allá de la simple reconvención política, ya que instan al Ejecutivo pero no lo obligan.

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Rajoy denuncia que el veto del Ejecutivo "rompe las reglas del juego"

El PP pretende ahora elevar este rechazo al rango de ley. Si su proposición fuera aprobada, escenario factible a juzgar por las votaciones precedentes, el Gobierno tendría que aplicar la medida una vez concluida su tramitación parlamentaria.

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El Congreso, sin embargo, no debatirá de momento la propuesta. Su aprobación "generaría inseguridad y desconfianza exterior en la política económica española", aduce el Ejecutivo. "La sensibilidad del mercado ante cualquier duda sobre la voluntad de ajuste es muy elevada", insiste el escrito remitido al Congreso por el Ministerio de la Presidencia, responsable de las relaciones del Ejecutivo con las Cortes. Por estas razones, "el Gobierno no presta la conformidad para su tramitación", concluye.

El Gobierno cree "oportunista e irresponsable" la iniciativa del PP

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El PP ultima un recurso ante el Tribunal Constitucional para impugnar esta decisión. El líder conservador, Mariano Rajoy, defendió ayer que el veto "rompe las reglas del juego". Su número dos, María Dolores de Cospedal, lo tachó de "ilegal".

No lo es, según replica el Ejecutivo con dos argumentos. Primero, el ajuste de las pensiones fue respaldado por el Congreso. Segundo, la Constitución da al Gobierno la potestad de frenar iniciativas "que supongan aumento de los créditos o disminución de los ingresos presupuestarios".

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La proposición del PP es suficientemente ambigua como para tratar de sortear esta prerrogativa: ordena al Gobierno "ajustar las partidas presupuestarias" para no congelar las pensiones, pero no aclara cómo ni cuándo. "En la medida en que estamos hablando del próximo ejercicio presupuestario, entendemos que es ilegal este veto", defiende el portavoz conservador, Esteban González Pons.

El PP ha hecho de este asunto su nuevo caballo de batalla. Su responsable parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, cambió ayer la pregunta que cada miércoles dirige a la vicepresidenta primera del Gobierno para abordar esta cuestión, a la que el Ejecutivo añade una tercera consideración de carácter político par defender su veto.

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El Gobierno juzga "oportunista e irresponsable" el intento del PP, actitud que, según denunciaron ayer "demostraron ya" cuando los conservadores votaron contra los recortes de ajuste del déficit en un momento clave, cuando los mercados acechaban con especial apetito, según reprochan desde el Ministerio de la Presidencia.

Las mismas fuentes insisten en que el PP "tiene la magnífica oportunidad", en las enmiendas a los próximos Presupuestos Generales del Estado, de aclarar cómo suplir la congelación de las pensiones, y concretar "de dónde quita para reponer" los 1.500 millones de euros que ahorrará el Estado congelando las pensiones.

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1. Cuatro mociones perdidas

El PSOE acumula nueve derrotas relacionadas con la próxima congelación de las pensiones. Cuatro corresponden a las mociones impulsadas por el PP, CiU e IU-ICV en el Congreso y el Senado para exigir al Ejecutivo que garantice la revalorización de las pensiones en 2011. Sólo el PSOE defendió su ajuste.

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2. Cinco resoluciones

El pasado 20 de julio, la oposición en bloque sacó adelante, con el único rechazo del Grupo Socialista, cinco resoluciones derivadas del debate sobre el estado de la nación en las que el Congreso instaba de nuevo al Ejecutivo a no congelar las pensiones el próximo año, como prevé el decreto de medidas contra el déficit aprobado en mayo

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3. Protagonista del debate

Desde la aprobación del tijeretazo, la congelación de las pensiones ha figurado semana tras semana en el orden del día del Congreso y el Senado no sólo en forma de interpelación y mociones, sino también de preguntas orales al Ejecutivo, por lo que el Gobierno defiende que su veto no hurta debate alguno a la Cámara, como insiste en denunciar el PP.

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4. El salto cualitativo

Una proposición de ley, como la del PP contra la congelación de las pensiones, es el germen de una norma. Si es aprobada, obliga al Gobierno tanto como si la iniciativa fuera suya, que es cuando recibe el nombre de proyecto de ley. Las derrotas que ha cosechado hasta ahora el PSOE no tenían ese rango.

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5. Instan, pero no obligan

Una moción, por el contrario, deriva de una herramienta de control al Gobierno, la interpelación. Todos los grupos debaten la iniciativa, que se vota después. Aún siendo aprobadas por la Cámara, el Gobierno puede desoírlas sin coste alguno; no le obligan a cambiar su política.  

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