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"Mi paso por la Moncloa no tuvo connotaciones políticas"

El deseo del economista David Taguas de explorar le llevó a la pasión por los números y la economía. Ha sido el consejero privilegiado de Zapatero

SUSANA R. ARENES

Cómo es alguien que deseaba ser matemático? La vida pendiente de los números. Tal cual. David Taguas (Madrid, 1954), exdirector de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuelga sus recuerdos de cifras. Afortunadamente, mucho antes de eso, tuvo una infancia. Y sonríe (primera sonrisa) cuando recuerda cómo a los seis años llenaba cuadernos planificando mentalmente expediciones a lo Livingstone.

Entonces quería ser explorador. Algo de eso le ha tocado. Explorar en el magma de los modelos econométricos, palabras que, al común de los mortales les hace rechinar la mente, pero que a Taguas le apasionan. Cuando creció quería convertirse en matemático. 'Lo tenía clarísimo'. Aunque, 'por proximidad, acabé estudiando Economía'.

'La primera declaración de la renta democratizó España'

Eran los estertores del franquismo. Un aura algo utópica impregna aquella etapa de la universidad. 'Todos tuvimos que correr delante de los grises'. Luego llegó la democracia. 'Una de las cosas que viví con más ilusión en 1978 es la primera declaración de la renta'. Y viene la frase: 'El IRPF democratizó España'.

Para quien no le conozca suena extraterrestre. Todavía más si se acompaña de una explicación sobre impuestos no apta para días de playa. Pero lo bueno de Taguas es que es muy didáctico. Como el libro que le regaló a Zapatero, El economista camuflado, de Tim Hardford. El presidente apareció en una foto con él y se agotó. 'Cuando el autor sacó su segundo libro vino a verme a Moncloa'. Para agra-decerle la promoción, claro.

Pero antes de convertirse en testigo privilegiado de la evolución del país desde el balcón de la Moncloa y en consejero de excepción del presidente, Taguas pasó por el Instituto Nacional de Estadística y por el Ministerio de Economía, donde coincidió con el actual ministro de Industria, Miguel Sebastián. Junto a él vivió una etapa dorada en el Servicio de Estudios del BBV del clan de Neguri, con Emilio Ybarra al frente del banco. Lo cuenta con cariño: 'Era un ambiente afectuoso, paternalista, siempre estabanpendientes de la persona'.

'Casi descorchamos una botella en Presidencia cuando el paro marcó mínimos'

¿Y era igual de paternalista el ambiente de trabajo en La Moncloa? A gotas y con presión da algún detalle. 'Era extraordinario. Espectacular, no sólo por la gente, desde los conserjes y las secretarias. Yo tenía amigos allí'. Estaba 16 horas o las que hiciera falta, pero'absolutamente a gusto'.

Zapatero le llamó 'un domingo, el 30 de octubre', rememora. Estaba en casa y, cuando colgó, 'me metí en la ducha'. Para quitarse la impresión, se entiende. 'No esperaba la llamada'. Aunque ya conocía a Zapatero de hacía tiempo. 'No tuve duda en la respuesta'. Tampoco vida personal mientras estuvo allí. 'Ninguno la teníamos'.

'Mi paso por la Moncloa no tuvo connotaciones políticas'. Él dice que no tenía poder. Pero debía tener mucho porque todas sus declaraciones tenían una enorme trascendencia en titulares. Y lo siguen teniendo ahora.

El mejor momento, sin duda, fue cuando se llegó al mínimo en la tasa de paro, el 8%, en 2007. 'Era consciente de que era el mínimo. Alguien habló de descorchar botellas, pero al final En Moncloa, la vida era austera'. En definitiva, 'fue el máximo honor al que un economista puede aspirar'. Aunque lleva mal no haber podido hablar entonces sin que se interpretara que todo lo dicho lo suscribía Zapatero.

Ahora, cumple tres años defendiendo los intereses de las grandes constructoras como presidente de Seopan. Defiende también su imagen, con la que cae contra el ladrillo. Pero, 'es que no tiene nada que ver con eso: son grandes empresas internacionales de infraestructuras', dice con vehemencia.

Taguas es serio, pero buen conversador y con un fino sentido del humor. Y ya, al final, se le escapa hasta alguna frivolidad que ha querido evitar a toda costa al contar que conoció a Nicole Kidman en un partido de fútbol (¿en el Bernabéu?).'Me la presentó mi hijo Hugo'.

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