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Medio centenar de picaduras de medusa obligan a cerrar una
playa de Girona

La bandera amarilla ondeaba desde por la mañana en la playa de de Empuriabrava, en el en el Alt Empordà, y los socorristas han atendido a 56 bañistas.

Veranos muy cálidos e inviernos poco lluviosos favorecen llegada de medusas

AGENCIAS

BARCELONA.- 56 asistencias a bañistas por picaduras de medusas han obligado al cierre de la playa de Empuriabrava, en el en el Alt Empordà catalán. El banco de medusas era tan grande que los socorristas no daba abasto para atender a los afectados este sábado.

Desde por la mañana se había colocado la bandera amarilla en la playa pero, viendo que el número de picaduras de medusa no paraba de crecer, los socorristas han izado la bandera roja.

Hace 30 años que el número de medusas no para de crecer en el Mediterráneo. Más de diez mil personas sufrieron el año pasado una picadura de este animal.

Normalmente, las consecuencias no son graves, pero un 5% de los casos necesitaron atención médica. Actualmente no existe ningún antídoto, ni tampoco consenso sobre cuál es el mejor tratamiento.

Ahora comienza un estudio pionero para buscar tratamientos personalizados para las picaduras de cada tipo de medusa y para saber por qué hay personas que tienen una sobrerreacción.

Colaboran investigadores ambientales que crearán modelos para poder prever dónde habrá más medusas. De momento, lo que ya saben es que, en Catalunya, las medusas hacen estancias cortas.

Según Josep Maria Gili, investigador del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, en la costa catalana, allí donde aparezcan medusas no lo harán más de 15 días durante el verano en tongadas que nunca superarán los tres días seguidos.

Socorristas de más de 100 puntos de la costa catalana colaborarán con el CSIC en la búsqueda aportando datos de las incidencias.

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