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La izquierda rechaza el "contrato becario indefinido"

IU resume el balance del PSOE en materia laboral en 'abaratamiento del despido y contrato precario. 'Estamos al nivel del PP', dice el BNG

 

M. Á MARFULL

La izquierda minoritaria plantó su última barricada contra la nueva reforma laboral. Pero el texto presentado por el Gobierno el pasado 26 de agosto 'agosticidad' denomina Gaspar Llamazares al hecho de legislar medidas impopulares en pleno estío pasó adelante para consolidarse en ley. El PNV y UPyD sumaron su acento al bloque de rechazo levantado por IU, ICV, ERC y BNG.

La reforma 'establece el contrato becario indefinido parece una contradicción, pero es así y el contrato temporero permanente', criticó el portavoz de IU para denunciar los dos pilares básicos de la nueva reforma: el fin del límite al encadenamiento de contratos y la posibilidad de emplear en prácticas hasta los 30 años.

Llamazares resumió dos consecuencias de las dos grandes reformas laborales aprobadas en el último año 'abaratamiento del despido y contrato precario' para sumarlas y obtener como resultado 'peor situación para los trabajadores, con pérdida de poder político y adquisitivo y mejora de las rentas empresariales'. 'Terminamos la legislatura con un nuevo golpe. Si antes fue el golpe bipartidista a la Constitución para sacralizar la política de ajuste y, con ello, la depresión económica y la recesión, ahora es el golpe al Estatuto de los Trabajadores sin la participación de sus representantes, concluyó el representante de IU.

Llamazares trató de hacerse con el turno en contra de la iniciativa que es una fórmula parlamentaria de liderar el rechazo a una propuesta, aunque el PNV, burlado por la alianza entre PSOE y PP que sacó adelante el texto, impuso su fuerza en diputados que no en votos y ganó la tribuna del hemiciclo para anunciar su voto en contra.

'Este Gobierno no sólo torpedea el diálogo social, sino que favorece la temporalidad, el empleo de mala calidad, con menos derechos y empeorando las relaciones laborales', se unió a la suma de rechazos el portavoz parlamentario de ERC, Joan Ridao.

'Cómo tienen que estar las cosas para que admitiera hace unos días que prefiere un empleo precario que un parado', reprochó al ministro de Trabajo, que encajó en su escaño el chaparrón de los partidos que se sientan a su izquierda.

'Estamos al mismo nivel que dejó el PP [el marco laboral] en 2004 o peor. El Gobierno del PSOE en esta última legislatura hizo las reformas laborales que consiguieron dejar los derechos de los trabajadores al mismo nivel de precariedad que logró el PP', denunció desde el BNG Olaia Fernández Davila.

'Es curioso que este Gobierno socialista no reconozca un mínimo de vergüenza en relación con la falta de compromiso que tienen con los trabajadores de este país', afeó a la bancada del Grupo Socialista.

'¿Cómo puede decir sin sonrojarse un poquito que es una norma que pretende el empleo estable?', preguntó UPyD desde las antípodas de la izquierda nacionalista. 'Usted no nos ha podido convencer, señor ministro, porque quiero creer que ni siquiera está usted convencido', lamentó Rosa Díez.

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