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La izquierda abertzale espera un alto el fuego de ETA

Confía en que la banda le permita avanzar y 'acepte la petición de los mediadores internacionales'

GUILLERMO MALAINA

La izquierda abertzale espera que ETA declare un alto el fuego para favorecer la apertura del 'proceso democrático' de diálogo y las condiciones para buscar una solución dialogada al 'conflicto político' en Euskadi y el final de la violencia.

La ilegalizada Batasuna no piensa salirse de esta hoja de ruta, pese a ser consciente de sus dificultades, dada la oposición manifestada por el Gobierno a embarcarse en un proceso de diálogo similar al anterior y las propias reticencias hechas públicas también por ETA a declarar una tregua.

En cualquier caso, la izquierda abertzale está convencida de que va por el buen camino, paso a paso, desde que presentó la propuesta de Alsasua y concluyó su debate interno, en febrero, con la resolución Zutik Euskal Herria (Euskal Herria en pie) y la apuesta por 'el uso de vías y medios exclusivamente políticos y democráticos'. Y piensa, además, que puede haber importantes avances si ETA le sigue y cambia de parecer sobre la idea de una tregua. En el comunicado que hizo público el 17 de enero, la banda hizo suyo el planteamiento de Batasuna sobre el llamado 'proceso democrático', pero descartaba la idea del alto el fuego con una sola frase. 'Una tregua o un alto el fuego de ETA no trae como consecuencia que haya un proceso democrático', dijo.

Pese a este contratiempo, el hecho de que ETA no hubiese cometido un atentado mortal desde julio de 2009 favorecía en la práctica diaria un clima propicio para que la izquierda abertzale pudiese avanzar en su debate y estrechar, además, relaciones con otras fuerzas abertzales, fundamentalmente con EA, con el propósito de configurar un polo soberanista e, incluso, buscar una vía alternativa para estar en las elecciones municipales y forales de 2011. El revés llegó el 16 de marzo con la muerte de un policía galo. No hubo condena, pero ese atentado motivó el primer emplazamiento de la izquierda abertzale a ETA para que asumiera 'compromisos claros' .

Cierra filas con la declaración de los mediadores que reclaman una tregua

Casi todas las fuerzas políticas vieron insuficiente esa declaración, sin condena, pero el llamamiento de Batasuna a ETA constituía en sí una novedad. Cabe recordar en ese sentido que en la resolución del debate Zutik Euskal Herria no se cita a ETA ni una sola vez. Eso sí, tras el atentado en Francia, la izquierda abertzale optó nuevamente por medir sus palabras y evitar una petición directa de tregua a ETA que pudiera provocar fricciones. Hoy por hoy el principio que marca todas sus actuaciones es la cautela. Quiere hacer camino hacia el final de la violencia para que la confrontación con el Estado sea sólo 'política', pero sin escisiones.

Pese a esa petición medida a ETA, la realidad era que la cuestión del alto el fuego ya se estaba cocinando fuera de Euskadi con la mediación de Brian Currin [cumple un papel activo en la difusión de la resolución Zutik Euskal Herria] y se presentó en Bruselas con la declaración de mediadores internacionales, entre ellos, cuatro Premios Nobel de la Paz, la Fundación Nelson Mandela, ex líderes irlandeses y especialistas en la resolución de conflictos de la UE y EEUU.

El Gobierno no se va a mover ni un ápice ante esta declaración. Es más, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado que intentará desactivar esa iniciativa internacional y que la izquierda abertzale sólo tiene dos salidas para volver a la legalidad: romper con ETA o convencerla de que deje las armas.

Batasuna hizo su primera petición a ETA tras el atentado de Francia

La izquierda abertzale, por su parte, ha cerrado filas en torno a esta declaración internacional con optimismo. Por un lado, cree que la capacidad del Gobierno en este caso para influir en la voluntad de los firmantes es más bien limitada. Y por otro, espera que estos influyan positivamente en ETA. De momento, en su último comunicado, la banda, además de asumir el compromiso de responder a la declaración de los mediadores en 'próximas reflexiones', no se ha cerrado a una tregua, como sí lo hizo en enero. En su última declaración, se limita a apuntar que 'la desactivación de la respuesta armada no soluciona elconflicto político'.

En el seno de la izquierda abertzale anida el sentimiento de que una tregua, sin ser la solución definitiva, podría convertirse en un activo para seguir avanzando en el camino emprendido en noviembre con la propuesta de Alsasua. En primer lugar, un escenario sin la amenaza de atentados le resultaría más propicio para acumular fuerzas, presionar al Gobierno de cara a la apertura de un proceso de paz y también para estrechar sus relaciones con EA y buscar un acuerdo para las elecciones de 2011. Ayer mismo, el secretario general de EA, Pello Urizar, dijo que su partido y la izquierda abertzale deben trabajar para que en esa cita electoral pueda haber 'un resultado común'. A su juicio, si ETA sigue 'arre que arre' con la vía violenta en esta coyuntura, la ilegalizada Batasuna decidirá 'romper'. A la espera de la respuesta de ETA, la izquierda abertzale piensa seguir su hoja de ruta, consciente de que el Gobierno tampoco se lo pondrá fácil y usará para ello sus medios. 'Con eso ya contamos. Lo ha vuelto a hacer ahora con la Fiscalía y el caso de Batasuna', diceun dirigente.

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