IU aguarda el tirón animada por los sondeos y la euforia de la militancia
La federación cree que la campaña, el afianzamiento de Lara como líder y la evolución de la crisis han hecho que su tendencia al alza se consolide
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Esta crónica no comienza con esta campaña del 20-N. Arranca meses atrás, en otra campaña, la de las autonómicas y municipales de mayo, en la plaza de la Constitución de Málaga. Un hombre mayor, de 80 años largos, se acerca a Cayo Lara. No le dice nada. Sólo le mira a los ojos y llora. El coordinador federal le abraza fuerte. No le interpela, pero le siente como "compañero", como camarada "de lucha".
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La escena tuvo segunda parte. Y fue, esta vez sí, de camino al 20-N. En Málaga de nuevo, y el pasado martes, 15 de noviembre. Aquel hombre mayor volvió a buscar a Lara. Y se presentó: Manuel Morales, un republicano de toda la vida que quería verle, conocerle, tocarlo. Le pidió una foto, se abrazaron de nuevo.
La concurrencia a los mítines ha sido la mayor desde 2004
Ni un año separa ambos momentos. Pero mucho ha cambiado Izquierda Unida y el propio coordinador. Ni las encuestas vaticinan ya un resultado corriente y moliente, ni la federación se enfrenta a las urnas con miedo. Y el líder ha crecido, ha ganado confianza,se ha relajado, ha disfrutado. Conserva su afán de acercarse a la gente, escucharla, charlar y discutir con ella.
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Cuando Lara se subió a la caravana, IU se marcaba como meta recuperar el grupo parlamentario (al menos cinco escaños, 5% de los votos). Objetivo discreto pero significativo, viniendo de un resultado traumático como el de 2008: 969.946 votos, un 3,77% y dos diputados (uno de ellos, de ICV). Los sondeos daban fe de la subida, aunque tampoco catapultaban a IU.
Las cosas han cambiado. Y lo han hecho en las últimas semanas: las encuestas elevaban incluso el listón fijado por el CIS (ocho escaños), apostando por hasta 11 actas. Hoy, en el equipo electoral manejan la ilusión de hasta 13 asientos y más de 1,5 millón de votos. Ya se da por descontada la reconquista de los escaños de Sevilla, Valencia y, sobre todo, de Asturias, simbólica por su historial de lucha obrera y, ahora también, por su cabeza de lista, Gaspar Llamazares.
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Lara pidió el voto a la base del PSOE, a los indignados y a los afiliados de UGT
No sólo eso. IU siente que su discurso "ha ido calando" y que el devenir de la crisis, con los sobresaltos de los últimos 15 días –y, singularmente, la caída de los gobiernos griego e italiano y su sustitución por Ejecutivos de "tecnócratas"–, no ha hecho más que conceder "verosimilitud" a su mensaje: los recortes conducen a"más crisis y más paro" y no sirven para apaciguar a los "diosesde la especulación", como denunció Lara en Málaga el pasado martes. Sólo ayudan a aniquilar una democracia "robada" a los ciudadanos por los mercados y los "gobiernos títeres". Lo que ocurre ya es muy grave, es la dictadura del poder financiero, la mercadocracia, el "totalitarismo económico", la democracia en serio peligro.
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Ramón Luque, director de la campaña, señalaba ayer a Público más termómetros: la euforia de la militancia, la mayor presencia de IU en los medios y la creciente concurrencia a los mítines. No le ha costado llegar a mil personas –y más, como los llenazos de Valencia y Sevilla, con 1.700 asistentes– y reventar auditorios. Cifras jamás vistas en los últimos años. "Desde 2004", resaltaban en la federación.
El trayecto hacia el 20-N, sin embargo, empezó flojo. En Cercedilla (Madrid), ante una parroquia reducida. Lara ya entonces desenrolló los principales argumentos de IU: la crítica al modelo "neoliberal" sostenido por PSOE y PP y también las propuestas. Empleo, intervención pública del Estado, fiscalidad progresiva, no a los desahucios, no a la reforma laboral y al "pensionazo", no a salvar a los bancos, no a las guerras de Afganistán y Libia, sí a una mayor participación y regeneración democráticas... En fin, una "salida justa y social a la crisis". La "alternativa" frente a la mera "alternancia" en el poder de PSOE y PP. Pocos temas sustanciaron los actos del coordinador. No, desde luego, ETA, que Lara apartó de inmediato.
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La dirección cree haberse mostrado con "una sola voz" en toda España
Junto a ese nudo gordiano del mensaje de Lara, otra parte del discurso giró. En la primera semana de campaña, engullida por el debate a dos entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy, Lara se esforzó por equiparar a los dos aspirantes de PSOE y PP, por ridiculizarlos como las dos estrellas de la "teletienda", la que vende a todas horas "bipartidismo" a granel. Uno y otro son "Rubaljoy, una peligrosa prima de riesgo" para España, hiperbolizó desde Gijón. Apenas hubo una ventana de "pluralismo" en ese primer tramo, y ocurrió gracias al debate a cinco en TVE. Encuentro al que finalmente pudo acudir Llamazares y gracias al que se colaron temas como la corrupción, el 15-M, la participación democrática...
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Con el ecuador de la campaña, los sondeos rezumaban malas, malísimas noticias para el PSOE. Lara acentuó su giro hacia el PP para recordar que en muchas provincias se disputa con él los escaños, para afearle sus casos de corrupción y para pintar a Rajoy como el presidente que traerá "más neoliberalismo". IU, insistió, es la "única fuerza" que puede frenar la mayoría absoluta conservadora.
A Rubalcaba lo ninguneó: "Está fuera de cobertura", "en caída libre". O sea, muerto y derrotado. Tan sólo el último día, en el cierre de campaña en el Invernadero de Arganzuela de Madrid, volvió a sacar la artillería pesada contra los socialistas, para defenderse de su llamada al voto útil y al que viene la derecha. Lara recordó que han sido los socialistas los que "renunciaron" a sus principios, haciendo así el "trabajo sucio" al PP: "¡La derecha ya está aquí, ya está en el Parlamento!".
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IU ha perseguido el voto de jóvenes e indignados del 15-M. Y, ante todo, ha ido a degüello a por el de los socialistas "desencantados" con el Gobierno. Lara logró la foto con el líder de CCOO y, vindicando su presencia al lado de los trabajadores, se sintió con "fuerza política, ética y moral" para pedir el apoyo a UGT.
Un buen resultado rompería con la maldición de la caída electoral
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"La campaña ha ido muy bien". El análisis no lo arroja sólo el núcleo de colaboradores de Lara. Lo creen asimismo, y sin matices, los gasparistas. Caso de Antonio Cortés, secretario de Finanzas: "Cayo ha ganado soltura y nuestro discurso ha ido comiendo terreno". La "fuerza del programa" y del diagnóstico de la crisis, dibujado en los últimos años, junto al tino en combatir la "renuncia" del PSOE a sus valores y su falta de "credibilidad" es destacada por Miguel Reneses, secretario de Organización. "¿El gran acierto? IU ha actuado con una sola voz y un solo hombre, cohesionada internamente y hacia fuera", asume Pablo Prieto, responsable de Comunicación de IU Asturias y miembro del equipo electoral federal. ¿Y el mayor resbalón? "La debilidad de la campaña en Madrid, menos el último día", afirman en la dirección, también producto de la tradicional fragmentación interna. Incomodó también la visualización de la "relación más fría" con su socio catalán, Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), que esta campaña apoyó a su partido hermano, Equo.
IU afronta, por primera vez en años, una jornada electoral tranquila, confiada en que "no funcionará el voto útil" y en que, esta vez sí, las urnas confirmarán la remontada que apuntan todas las encuestas. Ánimo que ya se torció en la pasada campaña de 2008, aquella en la que Llamazares insistió en que era posible ocupar un hueco en el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Una victoria el 20-N, como dice la dirección, "consolidará" y abrirá la federación hacia fuera y reforzará la figura de Lara como coordinador para la siguiente Asamblea Federal. Que se rompa con la maldición tras 11 años de caída en generales es alivio y garantía de supervivencia. Que las aguas sigan bajando calmas y hasta se pueda brindar a gusto en una noche de elecciones ya es notición.
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01. Del 'formato TVE' al mitin clásico
IU ensayó en su debut de campaña "un nuevo tipo de mitin". ¿Qué era? Importar el Tengo una pregunta para usted de TVE, para que participara el público. Fracaso total. Ese día, en Cercedilla (Madrid), se vio a Cayo Lara despistado y el acto resultó un caos. El propio líder confesó a la prensa que no se había sentido cómodo y que le dificultaba centrar el mensaje del día. Se retornó así al mitin claro, al speech del líder, muy agradecido por la militancia. Le infundía ánimo, vibraba. El Tengo una pregunta quedó para actos matinales, como en Murcia, pero no para mítines.
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02. El orgullo por la 'gran coalición' del 20-N
Lara no se cansó de poner en valor la coalición tejida con otras 12 fuerzas este 20-N. Lo hizo primero en Zaragoza (en Aragón, IU concurre con Chunta), luego en Pamplona (el aliado navarro es Batzarre). En varios puntos, además, ha reivindicado el pacto con Los Verdes. En Barcelona, sin embargo, no fue posible el mitin conjunto con ICV. Los ecosocialistas acudieron al acto, pero no quisieron intervenir.
03. Candidatos con fuerza... y llegados del 15-M
En la campaña federal, IU ha dado cancha sus candidatos alternativos: Alberto Garzón -Málaga-, Adoración Guamán -al Senado por Valencia-, ambos integrantes del 15-M, el aragonés Chesús Yuste (de CHA) o los murcianos Pedro Costa y José Coy (ecologista de renombre uno y parado e indignado el otro). Otros candidatos flojearon, como Ascensión de las Heras, número dos por Madrid. Lara también se ha volcado en sindicatos, mujeres, profesionales sanitarios o activistas LGTB.
04. Agitación en la red, innovación al poder
Fuera de los circuitos de una gran parte de los grandes medios, IU ha desplegado parte de su campaña en internet. Ha lanzado varios vídeos (desde la apelación al voto a la base social del PSOE al apoyo de activistas e intelectuales o la explicación, con un cómic, de la ley D'Hondt ) y explotado las redes sociales. Especial éxito tuvo el spot El hundimiento de Mariano Rajoy, elaborado por cibervoluntarios. Más intensa e innovadora ha sido la cibercampaña en Asturias, pilotada por el secretario de Comunicación regional, Pablo Prieto. La federación hasta reversionó el No habrá paz para los malvados para proyectar a Llamazares. Un grupo de artistas intelectuales también protagonizó el vídeo Gaspar, te quiero dentro.
05. Un aspirante a tiro de la prensa
La caravana de IU ha recorrido 5.500 kilómetros y en algunos puntos se encontró con las caravanas de PSOE y PP. Los periodistas que seguían a Rajoy se quejaban del nulo acceso al candidato. En cambio Lara, igual que Llamazares en su día, concedió casi todos los días ruedas de prensa, se sometió a las preguntas de los ciudadanos y compartió dos comidas (en Gijón y en Sevilla) y un corto viaje en autobús (de Málaga a Algeciras) con los informadores que seguían sus pasos por toda España.
En cuanto a paradas de la caravana, han sido estas: Leganés y Cercedilla (Madrid), Zaragoza, Barcelona, Alicante, Murcia, Rivas y Fuenlabrada (Madrid), Pamplona, Valladolid, Gijón, Valencia, Coslada (Madrid), Málaga, Algeciras y Jerez de la Frontera (Cádiz), Sevilla y Madrid capital.
La anécdota. Cayo Lara no se votará a sí mismo hoy en Madrid. No le dio tiempo a censarse en la capital después de ser proclamado candidato a la Presidencia del Gobierno, en septiembre. De modo que hoy votará en su pueblo, Argamasilla de Alba (Ciudad Real). Votará con su mujer, Juani, que le ha acompañado en la mayor parte de la campaña.
La frase. "Los leones del Congreso se pondrán el traje de los domingos de los trabajadores al ver a los representantes de esta fuerza política". Cayo Lara