La editorial murciana que se negó a entregar los ejemplares del número de octubre de la revista satírica Retranca, cuya portada era crítica con la visita del Papa a Santiago de Compostela, ha imprimido este mismo mes una publicación que muestra en primera plana una monja lamiendo el cañón de un revólver.

Industrias Gráficas Jiménez Godoy, que justificó el 'secuestro' de Retranca por motivos morales, sí le ha dado el visto bueno al último número Scifiworld, un mensual de cine fantástico que dedica en su interior un reportaje a los falsos documentales ilustrado con fotografías explícitas.

'Nunca tuvimos ningún problema con la imprenta. De hecho, el número de la monja lleva en la calle desde el pasado 7 de octubre', explica Luis M. Rosales, director de Scifiworld, quien deja claro que cuando alcanzaron un acuerdo con la empresa murciana 'no puso ninguna condición' respecto a los contenidos.

Kiko da Silva, responsable de Retranca, critica la 'doble moral' de la imprenta y asegura que, tras publicar la portada de la monja, 'se ve que lo que han hecho no tiene ni pies ni cabeza'. En su opinión, la razón del veto a su bimensual podría ser la coincidencia con la visita papal a Santiago y Barcelona. 'Igual no me lo hubiesen censurado si hubiésemos dedicado la portada a Ratzinger seis meses antes o después'.

En la web de Retranca, su director también se ha despachado a gusto. 'La extraña moralidad de la imprenta Jiménez Godoy de Murcia no deja de sorprendernos [...] El Papa rodeado de billetes de 500 euros hirió profundamente la moral cristiana de la empresa, pero la portada de Scifiworld con una monja chupando una pistola no...'. La religiosa en cuestión es la actriz Lindsay Lohan, una de las protagonistas del filme de Robert Rodríguez Machete.

'La cosa no termina aquí, dentro hay imágenes tan cristianas como estas —escribe Da Silva en relación a las fotos inferiores—. No hay nada como la coherencia empresarial de esta imprenta'. Además de Retranca, días atrás ha sido censurada una campaña para promocionar un libro ateo en los buses santiagueses durante la visita de Ratzinger a la capital gallega.