A la hora señalada

El juez José Castro, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, ya tiene decisión tomada sobre la fecha en la que Iñaki Urdangarin será llamado a declarar como imputado. Según fuentes jurídicas, el juez pensaba anunciar la fecha de dicha declaración, prevista para después de Reyes, a finales de esta semana. Pero ha resuelto, de acuerdo con esas fuentes, dedicar esta semana a cerrar una serie de diligencias relacionadas con la causa y dar a conocer la fecha después del próximo martes, el día 27 de diciembre, fecha en la cual el rey Juan Carlos inaugura la nueva legislatura.

El conocimiento de los nuevos plazos judiciales llevó a la Casa del Rey, el pasado sábado, a apurar su estrategia de separarse cada vez más de la actividad pasada de Urdangarin. La idea a transmitir: el rey y su principal abogado tuvieron una intervención activa en la censura de los negocios bajo investigación y, también, en el alejamiento del duque de Palma y de la infanta Cristina.

La Fiscalía debe volver a pronunciarse sobre el nuevo escrito de Matas que propone pasar el caso a la Audiencia Nacional

La Casa del Rey incorporaba así una práctica ya común entre los partidos. A saber: cuando un dirigente es investigado o resulta imputado por la Justicia, se precipita un pronunciamiento político, con independencia del horizonte penal que se abre ante él.

Problema: en este caso, Urdangarin no ha sido llamado a declarar por la Justicia, ni como testigo ni imputado. Pero el rey ya le ha tomado, por así decir, declaración en su visita a Madrid. Y su yerno ha tenido que escuchar, también, al abogado del rey, José Manuel Romero, conde de Fontao.

La decisión del monarca, tras la citada reunión, en el sentido de censurar a Urdangarin por boca del jefe de la Casa Real, Rafael Spottorno, ha borrado de un plumazo, pues, la tradicional invocación de la presunción de inocencia.

Este curso de los acontecimientos ha estado determinado por dos circunstancias. Una: la difusión de amplias informaciones sobre las actividades del yerno del rey amenazaba con identificar una eventual indiferencia del monarca con una protecciónante los hechos investigados. Dos: el procedimiento coincidía con una agenda real que, si bien suele estar cargada en Navidad, lo iba a estar más aún por el proceso poselectoral del 20-N: formación de las Cortes, investidura, jura del nuevo presidente y de los ministros.

A estos actos se suman el mensaje de Nochebuena del rey, el próximo sábado, y la solemne apertura de la X Legislatura, con el mensaje del presidente del Congreso y del rey, el próximo martes. Todas estas actividades, que simbolizan la existencia de la Corona, requerían una urgente y preventiva definición "política" de la Casa Real, al margen del proceso judicial.

No quiere ello decir que Castro pueda cantar victoria. El abogado Antonio Alberca pidió en nombre de Jaume Matas que la Audiencia Nacional asuma la causa, un asunto que instruye el juez Ismael Moreno. La Fiscalía Anticorrupción se opuso. El pasado día 9 amplió su escrito con una petición a Moreno de inhibitoria de Castro. Este escrito fue trasladado el pasado viernes, día 16, a la Fiscalía Anticorrupción para que vuelva a pronunciarse.

Fuentes jurídicas señalan que Anticorrupción rechazará la inhibitoria. Pero el presidente del Consejo del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, con influyentes opiniones en la Audiencia, de la que fue presidente, se ha mostrado muy favorable en privado a que sea Moreno quien se haga cargo de la causa. En todo caso, si Moreno fallase a favor de la inhibitoria, Castro siempre podrá oponerse, pasando el tema al Supremo para ser dirimido como un conflicto de competencia. Pero mientras tanto, las diligencias siguen adelante.