Un grupo de indignados en Plaza de Catalunya se resiste a abandonar
Los últimos acampados se han reunido con un intendente de la Guardia Urbana para negociar su marcha de la plaza, donde sólo quedará un módulo de información.
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Los indignados que aún permanecen en la Plaza de Catalunya, Barcelona, habían acordado desmontar a partir de las 10 de la mañana sus últimas instalaciones y mantener tan sólo en la plaza un módulo de información, según un comunicado del movimiento 15-M.
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La respuesta de algunos 'indignados' ha sido recoger escombros y basura, aunque por el momento la gran mayoría de tiendas continúan intactas, y los que viven en ellas no colaboran en la limpieza.
Así, pese a la decisión de dejar la plaza y estructurar el movimiento de protesta a través de una coordinadora de barrios, existe un grupo de acampados que se niega a abandonar, según declaran fuentes de la comisión de comunicación del movimiento a Publico.es.
Mientras, los que abogan por macharse y empezar a estructurar el movimiento sin concentrarse en la plaza, son conscientes de que viven un momento de cambio y transformación en el que hay que reestructurarse para que el movimiento siga viviendo, según explica la misma fuente. Además, están dispuestos a pactar con el Ayuntamiento para que no sólo se ubique un sólo centro de información en la plaza, algo que piden los que hacen resistencia, sino también en los distintos barrios donde perdure el movimiento.
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En el comunicado, difundido la pasada noche, los miembros de Acampada Barcelona precisaban que habían negociado la salida de los últimos acampados en una reunión el martes por la tarde con un "intendente de la Guardia Urbana".
"Teniendo en cuenta que se aprobó en Asamblea General la transición de acampada a Ágora hemos solicitado una infraestructura para al menos asegurar la continuidad" de los puntos de encuentro e información, dice el comunicado. "El intendente ha cedido en proporcionarnos unos módulos", añade.
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"El intendente que solo es un mediador entre nosotros y las Instituciones implicadas (Ayuntamiento / Generalitat) nos ha pedido un signo de buena voluntad suficiente para que pueda convencer a sus superiores de no enviar al dispositivo de policía previsto", señalan.
El grupo que se resiste al abandono recela de la promesa del consistorio de que, una vez hayan retirado las infraestructuras y les hayan colocado "una caseta de obra", les permitan construir un ágora para garantizar el trabajo de las comisiones y realizar asambleas.
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Un componente de la comisión de internacional ha asegurado que solicitaron al intendente del Eixample Dret de la Guardia Urbana, quién hacía las funciones de mediador, que fuera más concreto en la propuesta para dar seguridad a la gente y que ayudaran en la recogida.
"En lugar de eso, nos hizo llegar un escrito con una propuesta cerrada de que nos darían la caseta de 2x4 metros, y nosotros esperábamos una negociación más completa, con más garantías", ha remarcado.
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Los 'indignados' que colaboran en la recogida han asegurado que no están de acuerdo con la propuesta del Ayuntamiento, pero que colaboran como muestra de buena voluntad.
Unas cincuenta personas acamparon aún la pasada noche en la Plaza de Catalunya de Barcelona, donde ha permanecido el movimiento desde el pasado mes de mayo.
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El pasado domingo, los indignados de Barcelona propusieron en asamblea estructurar su movimiento de protesta a través de una coordinadora de barrios.
Los portavoces de los acampados indicaron entonces que la ocupación de la plaza no se estaba discutiendo porque los que todavía dormían allí lo hacían a título personal.
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Otra de las propuestas del domingo fue organizar un referéndum que otorgue más legitimidad al movimiento del 15-M en Barcelona pero no se definió la pregunta y se consideró que la misma se deberá debatir en los barrios.