El Govern de la Generalitat llevará a los tribunales los violentos incidentes del pasado miércoles en los alrededores del Parlament, cuando grupos de incontrolados asediaron, insultaron y agredieron a los diputados.

Así lo anunció ayer su portavoz, Francesc Homs, que anunció que el Ejecutivo que preside Artur Mas aplicará mano dura con aquellos manifestantes que mostraran una actitud violenta.

El Ejecutivo catalán toma la misma decisión ya adoptada por el Parlament y pondrá a disposición de la Fiscalía toda la información de que dispone para identificar a los incontrolados que convirtieron el intento de bloqueo del Parlament por parte de la Acampada Barcelona en un acto violento. Homs no confirmó que el Govern vaya a personarse como acusación particular, aunque afirmó que eso es muy posible.

Estos grupos violentos pudieron cometer un presunto delito contra las instituciones del Estado y la división de poderes tipificado en los artículos 493, 494 y 498 del Código Penal, con penas de entre seis meses y cinco años de prisión, así como otro de desórdenes públicos que figura en el artículo 557 y que puede comportar hasta tres años de cárcel.

El Govern siguió ayer con la línea marcada por Mas en la víspera y quiso mostrarse comprensivo con el movimiento. El portavoz aseguró que el Ejecutivo 'sabrá dar respuesta' a la multitudinaria manifestación del pasado domingo. 'El Govern no queda indiferente ni insensible', reiteró.

Sin embargo, Mas no prevé llevar a cabo acciones concretas para satisfacer las demandas del colectivo: 'No buscaremos una salida para hacer titulares', manifestó Homs, que matizó que la posición del Govern se dejará sentir en su 'actitud'.