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El Gobierno impedirá por decreto la actividad de DKMS

Sanidad sólo permitirá un único registro de donantes de médula, el que gestiona la Fundación Carreras

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El Gobierno ha decidido cerrar el paso a la fundación privada DKMS, el mayor centro de donantes de médula ósea del mundo, que lleva desde octubre tratando de reclutar donantes en España al margen de las autoridades estatales y autonómicas y por tanto, según el Ministerio de Sanidad, de forma "ilegal".

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La ministra de Sanidad, Ana Mato, ha hecho caso finalmente de la petición realizada esta misma semana por el director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, y trabaja ya en un real decreto para que en España sólo pueda organizar la donación y trasplante de médula ósea un registro "único y público", el que gestiona la Fundación Josep Carreras por delegación del propio Ministerio y las comunidades autónomas. El trasplante de las células madre presentes en la médula ósea es el tratamiento indicado para tratar cánceres de la sangre como la leucemia, el linfoma o el mieloma.

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La entidad alemana alega que el sistema "no funciona bien" en España

El Ministerio justifica su decisión argumentando que se trata de "evitar la posible interferencia de intereses económicos" en el mundo del trasplante. "En nuestro país las donaciones solo puedan realizarse según los criterios de solidaridad, equidad y acceso universal", sostiene el Ministerio en una nota oficial divulgada esta tarde, en la que afirma que el decreto "verá la luz lo más rápidamente posible". "Sanidad quiere blindar las competencias de las autoridades sanitarias autonómicas y nacionales en materia de donación y trasplantes de tejidos y células (médula ósea y sangre de cordón umbilical entre otros)", agrega.

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La norma española que regula estas actividades, el Real Decreto 1301/2006, no establece de forma expresa la existencia de un registro único, un vacío legal que es precisamente el que trata de aprovechar DKMS. Al margen de este "refuerzo legal", Sanidad afirma, como ya hizo la ONT, que DKMS-España "ha desarrollado ilegalmente en nuestro país actividades que son competencia de las autoridades sanitarias".

Sanidad también recuerda que la atención a todos aquellos pacientes españoles que necesiten un trasplante de células madre sanguíneas está garantizada y que para estos casos el Registro Español de Donantes de Médula (REDMO) busca para cada paciente, un donante de médula o sangre de cordón umbilical primero en España, y en caso de no encontrarlo, en el mundo a través del Registro Mundial de Donantes. "Por tanto, los pacientes españoles que necesiten un trasplante de médula ósea tienen las mismas posibilidades de encontrar un donante compatible que cualquier otro ciudadano del mundo", sostiene el comunicado.

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DKMS pidió dinero a las empresas de Avilés para seguir con las donaciones

Sanidad respondía así a las críticas de los responsables de DKMS, quienes por la mañana, en un tono condescendiente, justificaron su aterrizaje en España en busca de donantes argumentando que el sistema español de trasplante de médula ósea "no funciona bien".

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DKMS, que en España ha adoptado forma de fundación privada y en su país de origen, Alemania, es una sociedad mercantil en principio sin ánimo de lucro, aseguró por boca de Stefan Winter, su director ejecutivo, que actualmente hay "cientos de pacientes españoles que mueren sin necesidad" por no tener acceso a un trasplante de médula. Por ello no entienden por qué la Organización Nacional de Trasplantes, que considera ilegales las actuaciones de DKMS, les esté poniendo trabas para funcionar en España. Según explicó por su parte Gerhard Ehninger, fundador de DKMS, sólo el 34% de los enfermos de leucemia que necesitan un trasplante de médula en España lo acaban recibiendo.

Según los datos de la ONT, sin embargo, este porcentaje se acerca actualmente al 80% y el resto se cubre con donaciones de sangre de cordón umbilical, donde España es segunda potencia mundial tras Estados Unidos, con más de 50.000 unidades almacenadas en bancos públicos. La propia Fundación Josep Carreras tilda de "falsedad" este argumento de DKMS y su director, Enric Carreras señalaba ayer que, al existir un registro mundial donde figuran todos los posibles donantes de todos los países, los pacientes españoles tienen las mismas posibilidades que los alemanes de encontrar un donante compatible.

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La ONT ha acusado a la organización de actuar de forma ilegal

En cualquier caso, habida cuenta la resistencia frontal de la ONT y de su director, Rafael Matesanz, a permitir en España el modelo DKMS, basado en los llamamientos masivos a la donación y en el ánimo de lucro, Stefan Winter pidió a Ana Mato que no cerrara el paso a DKMS mediante un cambio legal, ya que eso supondría promulgar "una ley antivida que impediría a los pacientes sobrevivir a la leucemia". "Por favor ministra no deje que cientos de pacientes mueran cada año", pidió Winter a Mato en tono demagógico, para insistir acto seguido: "No luche contra DKMS, luche contra la leucemia". Sabine Hildebrand, responsable de la captación de donantes, aseguró que tras el aviso de la ONT los pacientes "tienen miedo" y ya no quieren colaborar con ellos. Tras conocer la decisión de Sanidad de aprobar el decreto, Pilar Colom, responsable de DKMS en España, dijo a este diario que la medida "no va a ayudar nada a los pacientes españoles". "La situación [en España] es muy precaria y ahora va a ser peor", añadió.

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En la rueda de prensa, no obstante, los responsables de la entidad sí reconocieron la importancia que tienen para ellos los donantes españoles, ya que su fenotipo o perfil genético sí podría encajar por ejemplo con la de la población de Estados Unidos, donde "hay muchos hispanos". DKMS cobra 21.000 euros por cada médula que proporciona a un receptor estadounidense, y 14.500 a los de otros países del mundo, incluida España. En España, si el proceso se realiza entre centros españoles por parte del REDMO se hace a "coste cero", y si la médula se proporciona a otro país se cobra 13.400 euros en concepto de gastos, según Carreras.

En el caso de Asturias, donde presentó una campaña de donación en octubre, DKMS envió cartas "a todas las empresas de Avilés solicitando donaciones de 50 euros" para costear el análisis de muestras, según el coordinador de trasplantes del Principado, Jesús Otero. Les pidió lo mismo a los 1.200 donantes de Avilés que se sometieron a las pruebas para entrar en el registro, informa Fernando Allende.

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La propia Organización Médica Colegial señaló que DKMS actúa "por motivos económicos". Los colegios de médicos pidieron a facultativos y pacientes que no colaboren con DKMS. En la misma línea, Matesanz aseguró en RNE que los responsables de DKMS "tienen una credibilidad cercana a cero". También recordó que países como Francia o Brasil han puesto a DKMS las mismas trabas que España.

Por último, la ONT junto con el Principado de Asturias ya buscan una fórmula que permita a las personas que se han incorporado a la base de datos de DKMS-España a raíz de la campaña puesta en marcha en Avilés en torno al paciente Hugo Pérez que se den de alta en el Registro Español de Donantes de Médula Ósea, "si así lo desean".

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