El verdadero "giro copernicano"
Trillo manipula al juez Barreiro del Supremo evocando el 'caso Naseiro'
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El portavoz de Justicia del PP en el Congreso, Federico Trillo, sueña con repetir en el caso Gürtel la hazaña de la que fue uno de los autores intelectuales en julio de 1990: la anulación del caso Naseiro, la trama de financiación irregular y corrupción del PP en la Comunitat Valenciana. Si la realidad se resiste a su sueño, Trillo le da la vuelta y si es necesario llega a manipular a un juez del Supremo y a una sala entera.
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"En cualquier caso, ha tenido que ser el Tribunal Supremo quien demuestre a las dos fiscales que habían violentado la presunción de inocencia y que habían actuado de manera sectaria al margen de la ley, al ocultar la prueba que exculparía al president de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps", explicó ayer Trillo, el hombre que coordina toda la estrategia del PP en el caso Gürtel. "Podría haber consecuencias gravísimas", enfatizó, "si se demuestraque las fiscales buscaron el momento oportuno para que Garzón se quedara con el caso".
Por su parte, Camps repitió que se habían excluido del sumario pruebas exculpatorias, en referencia a la ya famosa afirmación de uno de los acusados, Pablo Crespo, quien negaba, en una conversación en la cárcel, que se le hubieran pagado los trajes al president.
¿Pero a qué auto o providencia del juez del Supremo Alberto Jorge Barreiro se refiere Trillo? Ayer, el abogado y ex fiscal Ignacio Peláez dijo a este cronista que la declaración de Trillo le había cogido por sorpresa porque, que él sepa, Barreiro o la sala encargada del caso no ha dictado resolución sobre su escrito de ampliación de querella, presentado la semana pasada. "La verdad es que no lo entiendo. Si hubiese habido un auto del juez o de la sala, me lo habrían notificado. En cambio, sí me han dado traslado de dos providencias, que nada tienen que ver con la ampliación de mi querella inicial", señaló el abogado.
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Las dos providencias que ha trasladado a las partes el juez Barreiro son de fecha 27 y 28 de mayo. Él mismo, tras la declaración del juez Garzón, en lugar de imitar a Luciano Varela y echar millas, solicitó a las partes el PP no está personado en esta causa que pidieran lo que convenga a Derecho, antes de pronunciarse sobre el sobreseimiento o la continuación del caso. Las partes elevaron sus peticiones. El abogado Peláez solicitó la declaración de las fiscales Myriam Segura y Concha Sabadell en calidad de testigos, la incorporación de las grabaciones a abogados y acusados realizadas en la cárcel según providencia de Garzón y otras pruebas documentales. La Fiscalía del Supremo pidió a su vez la incorporación de pruebas documentales que reúnen los indicios de prueba sobre lacolaboración de los abogados imputados y los acusados en la tarea de blanquear dinero, razón que motivó las grabaciones en prisión.
El juez Barreiro señala en sus providencias que "con respecto al traslado concedido", esto es, su propia petición a las partes para que digan lo que proponen, se incorpore a la causa gran parte de las pruebas documentales solicitadas. Pero, atención, Barreiro deniega la petición de Peláez de tomar declaración como testigos a las fiscales Segura y Sabadell.
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No parece coherente, pues, que rechace la declaración de las fiscales como testigos y al mismo tiempo, como aseguró ayer Trillo, "haya tenido que ser el Tribunal Supremo quien demuestre a las dos fiscales que habían violentado la presunción de inocencia y que habían actuado de manera sectaria al margen de la ley, al ocultar la prueba que exculparía al president de la Generalitat Valenciana".
Trillo, Camps y Esteban González Pons, pues, hicieron ayer un montaje en toda regla. Fuentes próximas a Trillo dijeron que el hombre se sintió fortalecido en su moral cuando de buena mañana leyó en dos periódicos de parecida orientación la noticia sobre la supuesta investigación del Tribunal Supremo. El caso Naseiro redivivo.
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Trillo intenta servirse de Peláez, ya que el PP no está personado en el Supremo. Por otra parte, objetivamente, la querella de Peláez contra las dos fiscales ha sido sugerente. Porque el abogado no esperó a que Barreiro resolviera sobre su petición de que se tomara declaración como testigos. La misma semana en que Barreiro se aprestaba a resolver, Peláez amplió su querella con el objetivo de dinamitar el caso. Trillo parece estar feliz con esta maniobra.
Pero Trillo, que de esto también sabe, ha ordenado fuego graneado contra la Fiscalía General del Estado. En lugar de presentar una querella en la Sala Segunda contra José Bono por cohecho, como ya lo hiciera el PP contra Manuel Chaves, Trillo prefiere inundar de denuncias a la Fiscalía General del Estado. Si presentara esa querella ya no podría atacar a diario a la Fiscalía y el asunto quedaría en manos del TS. No. Trillo quiere enlodar a los fiscales, esgrimiendo una presunta doble vara de medir en el caso Bono y en el de Camps. Un burdo montaje encubridor.
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El verdadero giro copernicano no es el que ha anunciado Trillo. Los trajes de Camps no están en el centro del universo Gürtel. Lo que está en el centro es la corrupción en la Generalitat Valenciana.