Francia pone coto a las novatadas universitarias
El Gobierno quiere frenar estas fiestas, que a veces terminan en violaciones
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Todos los paseantes parisinos están acostumbrados a ver la parte simpática: un grupo de estudiantes universitarios, disfrazados, se lanzan huevos, agua y harina y distribuyen papel higiénico. Lo que se sabe menos es que luego sigue un botellón salvaje, a veces con ritos de novatadas no menos bestias. El Gobierno francés acaba de lanzar el enésimo plan contra estas bromas pesadas que a veces acaban con heridos y violaciones.
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La ministra de Enseñanza Superior, Valérie Pécresse, ha recibido recientemente un informe sobre el muy extendido fenómeno de los bizoutage, esas ceremonias con las que los veteranos de un ejército o facultad universitaria estrenan a los principiantes. Si bien en el Ejército francés, tras varios escándalos, el ritual parece remitir, en las universidades persiste.
Varias chicas han denunciado haber sido vejadas durante un festejo
El año escolar 2009-2010 fue especialmente catastrófico y varios casos vinieron a simbolizar esta práctica del bizoutage, que goza de una especie de aprobación tácita incluso en cuerpos de élite normalmente considerados cultos, elitistas y finos. El pasado año, tres muchachas novatas en sus facultades denunciaron que habían sido violadas al término de un ritual, en el que sus colegas de estudios se propasaron tanto con el alcohol como con lo que consideraban bromas iniciáticas. Unos padres también presentaron querella por las vejaciones sufridas por su hijo en el Liceo Naval de Brest (oeste) y una muchacha se querelló por otro acto en Poitiers (centro-oeste).
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El informe entregado al Gobierno por Martine Daoust, rectora de la Academia de Poitiers, contiene las pistas que va a estudiar la ministra para la futura reglamentación. Por ejemplo, habrá que hacer una declaración previa ante las autoridades antes de poder organizar una ceremonia de novatada, con lo que quedarán identificados los organizadores y los lugares de reunión. Otro punto prohíbe la barra libre, algo que suele ser habitual en esas ceremonias rituales de iniciación de estudiantes en Francia.
El Código Penal francés reprime cualquier acto de barbarie
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La ministra de Enseñanza Superior afirmó hace unos días que, para la preparación de un proyecto de ley, se plantea añadir otro punto: Convertir en penalmente responsables a los establecimientos universitarios y a las asociaciones estudiantiles organizadoras de lo que pueda ocurrirdurante una inocentada. Para ello tendrá que modificar el Código Penal.
Desde hace años, el Código Penal francés reprime cualquier acto degradante, especialmente cuando es ejercido por alguien investido de autoridad, aunque sea autoridad informal, como es el caso de los estudiantes experimentados respecto a los novatos. Como no fue suficiente una ley de 1998, añadió, como agravante, el hecho de que ese acto de barbarie o trato degradante fuese cometido específicamente durante una novatada.
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El trato degradante cuenta con cierta aprobación por parte de las élites
Tras el anuncio de la ministra, las reacciones fueron frías. La asociación Víctimas y Ciudadanos contra la Inseguridad del Tráfico afirmó que "todavía queda mucho por hacer", especialmente para prohibir el patrocinio, por parte de la industria del alcohol, muy presente en esas fiestas de novatadas. Según esta asociación, las industrias violan la legislación y ofrecen gratuitamente bebidas alcohólicas a las asociaciones estudiantiles que luego los venden en la barra.
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Por su parte, varios sindicatos estudiantiles estimaron que lo importante es la prevención y denunciaron que se utilice la "criminalización del alcoholismo" como herra-mienta contra unas fiestas en las que, afirmaron, este es "minoritario". La Federación de Asociaciones Generales de Estudiantes (FAGE) estimó que "al intentar regular, de forma abusiva, esas fiestas, se van a desplazar a la esfera privada".