Fallece súbitamente el paciente catalán con corazón artificial
Eufemio García, de 57 años, fue hallado muerto a primera hora de la mañana por su mujer en el sofá de casa
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El primer paciente con un corazón artificial de larga duración en Catalunya murió este martes, pocas horas después de que su caso fuese presentado como un gran avance médico para los enfermos con insuficiencia cardiaca. Eufemio García, de 57 años, fue hallado muerto a primera hora de la mañana por su mujer en el sofá de casa.
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El servicio de emergencias médicas se trasladó con un helicóptero medicalizado hasta el domicilio del paciente, en Castellar del Vallès, pero ya no pudieron hacer nada. La autopsia aclarará las causas de la muerte súbita del paciente, aunque todo apunta a un paro cardiaco. El hospital de Bellvitge destaca que "el enfermo tenía otras patologías asociadas a su grave insuficiencia cardiaca", razón por la que se apostó por implantarle un corazón artificial en lugar de hacer un trasplante convencional.
El forense valorará las causas de la muerte de manera conjunta con el equipo médico que hacía el seguimiento del paciente en Bellvitge, según fuentes del centro sanitario. No se descarta ninguna hipótesis; tampoco la posibilidad de que el corazón artificial o sus baterías fallaran. Si murió de un paro cardíaco, habrá que averiguar por qué se produjo si precisamente el dispositivo que llevaba implantado garantizaba la correcta circulación de sangre.
El corazón artificial le fue implantado en el hospital de Bellvitge el 23 de noviembre y el hombre recibió el alta el 5 de enero. Los médicos destacaban pocas horas antes de la muerte que "el posoperatorio se había completado sin incidencias". Había llevado el dispositivo mecánico sin problemas y el lunes compareció ante la prensa para presentar su caso.
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Acompañado de su esposa y el equipo médico, Eufemio posó ante las cámaras con aspecto saludable. Caminaba lento pero con determinación y, sobre todo, respondía con una sonrisa e ilusión. Tenía motivos: era el primero con un corazón artificial en Catalunya que podía hacer vida normal fuera del hospital. Sólo una mujer, en 2007, había usado un ar-tilugio similar, pero no llegó a salir del hospital y se le retiró a los cuatro meses.