El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha denunciado a través de su cuenta de Twitter la colocación de una bandera de Falange en la virgen del Pilar de la Basílica de la ciudad, acción que ha tildado de "vergüenza".

Fuentes del entorno del regidor han destacado que de esta acción han sido informados a través de las redes sociales y por los propios ciudadanos, y una vez vista la imagen de la estatua de la virgen del Pilar con la enseña de Falange, ha procedido a la denuncia de los hechos.

"A la virgen del Pilar le han colocado la bandera de la Falange esta tarde. Es una vergüenza y una falta muy grave a la sensibilidad y creencias de miles de vecinos y de vecinas de esta ciudad que rechazan de plano el fascismo", ha escrito en su cuenta de Twitter.

Las fuentes municipales consultadas han señalado que el alcalde y su equipo están barajando la remisión al Arzobispado de Zaragoza, del que depende la Basílica de la Plaza del Pilar, de una carta con una "queja formal" por este hecho.

La imagen ha circulado a gran velocidad por las redes sociales y las protestas en la víspera del 20N.

En Cabildo no autorizó la colocación del manto

El Cabildo Metropolitano de Zaragoza lamenta que un signo "tan universal de concordia y reconciliación" como es la virgen del Pilar haya sido motivo para avivar viejos rencores, después de que ayer luciera un manto de la Falange que no estaba autorizado, hecho sobre el que hoy ha pedido perdón.

La imagen de la virgen del Pilar exhibió durante aproximadamente una hora un manto de la Falange Española que provocó fuertes críticas en las redes sociales. Precisamente hoy, 20 de noviembre, es el aniversario del fallecimiento de José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange, y también del dictador Francisco Franco.

El cabildo se ha reunido este martes de urgencia para abordar este asunto y ha hecho público un comunicado en el que asevera que la colocación a la virgen del Pilar del manto con los emblemas de Falange fue el acto "rutinario" de quien cada día los pone y que no existía "conocimiento ni autorización" por parte del Cabildo Metropolitano ni del Arzobispado de Zaragoza.

En una rueda de prensa convocada después de esta reunión, el deán en funciones, Francisco Martínez, ha insistido en que ni el cabildo ni el arzobispado ni el delegado de culto autorizaron la colocación de este manto en la columna de la virgen. "Siento profundamente" lo ocurrido, ha enfatizado, porque es un acto "contrario a la mentalidad del arzobispado" sobre el que ha insistido en pedir disculpas.

El secretario capitular, Jesús Domínguez, ha explicado el procedimiento por el que se solicita, y autoriza, la colocación de alguno de los más de seiscientos mantos de la colección de la virgen, donados por todo tipo de entidades, asociaciones y personas a título individual. Así, estas pueden solicitar al delegado de culto, por diversos motivos, que la Virgen luzca un determinado manto, peticiones que se trasladan al cabildo y se analizan los sábados por la mañana, pero en el caso del manto de Falange esa gestión "no existió", según el deán.

En este caso concreto, no han precisado quién colocó el de Falange, y tampoco si se interpondrá alguna sanción, puesto que es una cuestión, según Domínguez, que aún no se ha analizado. Tampoco sabe exactamente si fue Falange quien solicitó expresamente la colocación del manto en la víspera del aniversario de la muerte de su fundador, y lo único que ha confirmado el deán es que al delegado de culto "se le escapó totalmente" un hecho que les ha "desbordado completamente".

Domínguez ha avanzado que en el cabildo llevan tiempo analizando la cuestión de los mantos, que ha calificado de "desafío", con el objetivo de establecer una serie de criterios, que no estaban escritos, para evitar que la virgen se convierta en "un expositor" de propaganda o publicidad. Y recuerda que no existe ningún compromiso de que la Virgen luzca los mantos que le regalan.

En el comunicado, el cabildo y el arzobispado se muestran unánimes en los sentimientos de concordia y de superación de las antiguas diferencias y rivalidades en conformidad con los sentimientos que animaron la Transición.