Con la última operación de la Guardia Civil, ETA ha perdido uno de los comandos más longevos de su historia. El detenido Aitor Esnaola y el huido Andoni Goikoetxea fueron captados por la banda 1998, año en que arrancó la tregua que la banda mantuvo durante 14 meses de la primera legislatura de José María Aznar. La operación contra el comando Erreka suma otro récord, el del mayor polvorín hallado en España. Constituía, según dijo hoy el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, 'la sucursal del aparato logístico de ETA' a este lado de la frontera, un auténtico 'centro de distribución' para los comandos que escondía unos 1.750 kilos en varios zulos.

El hecho de que no contactaran con otros comandos va a hacer imposible vincular a los detenidos con atentados concretos. En todo caso, la Guardia Civil se ha incautado de información relevante sobre el funcionamiento del aparato logístico de ETA, informaron a Público fuentes de la investigación. Los detenidos disponían de un molino eléctrico industrial para moler el nitrato amónico y una caja para secarlo después. Con él fabricaban amonal y amosal. También pudieron elaborar el potente amonitol.

El detenido Lander Etxebarria, exconcejal de HB en Bilbao, captó a sus dos miembros hace trece años. Hoy, la Guardia Civil puso en libertad al tercer detenido, Igor Esnaola, por considerar su participación en los hechos residual. Los dos miembros del comando, Goikoetxea y Aitor Esnaola, fueron condenados a 21 meses de prisión en 2008 por un delito de coacciones a una abogada del PNV del Ayuntamiento de Gaztelu. Ambos integraron las listas de EH en las municipales de 1999 a ese consistorio. Ganó una plataforma vinculada al PNV que integraba la madre de Goikoetxea. En un pleno de 2002, el huido intentó agredirla, lo que finalmente hizo el hermano de esta.