El último 'valor' del PNV contra el eterno Elorza

Odón Elorza

Candidato del PSE 

Elorza (San Sebastián, 1955) se afilió al PSE en 1975 y fue parlamentario en Vitoria entre 1984 y 1991, cuando conquistó la alcaldía de Donostia. Preside la Red de Ciudades Españolas por la Bicicleta. 

Candidato del PNV 

Goia (San Sebastián, 1972), con amplia proyección en el PNV, fue parlamentario entre 2005 y 2007, cuando fue nombrado portavoz de la Diputación de Guipúzcoa y diputado foral de Infraestructuras Viarias.

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Odón Elorza, el alcalde socialista de San Sebastián desde 1991, pertenece a la rara especie de políticos inmunes al desgaste del poder legislatura tras legislatura. Su caso contradice las teorías que ponen fecha de caducidad a los líderes políticos, a la vista de lo vivido en la capital guipuzcoana los últimos 20 años. Con Elorza, el PSE obtuvo 5 ediles en 1991, 7 en 1995, 9 en 1999, 10 en 2003 y, finalmente, 11 en la cita de 2007.

Con estos resultados, no sorprende que el PNV haya decidido echar el resto y presentar como candidato a la alcaldía a Eneko Goia, cuya imagen en Guipúzcoa ha crecido en la última legislatura por su papel como portavoz de la diputación foral y titular de uno de sus departamentos estrella: Infraestructuras Viarias.

La pugna está en la calle. Sus discursos plantean distintas soluciones a los problemas de la ciudad, así como futuros proyectos compartidos el metro, un centro de cultura audiovisual en Tabakalera o la mejora de los barrios,pero ninguno se abstrae de la eterna polémica sobre alianzas. Eneko Goia agita con fuerza la bandera de que Elorza extenderá a San Sebastián el pacto PSE-PP del Gobierno vasco con tal de no perder la alcaldía: "A PSE y PP sólo les interesa Donostia como trofeo de caza, para pintarla de rojo o de azul en el mapa del Estado español el 22-M", afirma.

El alcalde donostiarra, distinguido por mantener voz propia en el PSE y agrias disputas con el PP, ve en esa advertencia cantos de sirena y acusa al PNV de guardarse un as en la manga tras el 22-M: buscar una alianza con el PP y desbancarle de la alcaldía.

Lo cierto es que Elorza no acostumbra a callar lo que piensa, escueza en su partido o fuera de Guipúzcoa. Se ha metido con el modelo de financiación del Museo Guggen-heim en Bilbao, del Palacio Euskalduna, de la construcción del nuevo San Mamés... Este discurso cala en San Sebastián y hace saltar chispas con el alcalde de la capital vizcaína, Iñaki Azkuna (PNV).

La última polémica sonora fue por la candidatura de San Sebastián como Capital Europea de la Cultura de 2016. En un desayuno patrocinado por la BBK (Bilbao Bizkaia Kutxa), en marzo, Elorza no tuvo reparos en reprochar a la caja vizcaína su respaldo a la candidatura de Córdoba. "En lugar de sumarse al proyecto que representa Donostia, les apoyan a ellos, que son uno de nuestros más importantes rivales", dijo, replicando a una declaración de la Fundación CajaSur, creada por la BBK tras asumir la entidad andaluza.

Otra obsesión de Elorza es denunciar una "discriminación" de la Diputación de Guipúzcoa, gobernada por el PNV, hacia San Sebastián. "Resulta escandaloso, políticamente hablando, que en 2010, Bilbao haya recibido 804,8 euros por habitante del fondo foral de Bizkaia (Udalkutxa) y San Sebastián 579,5 de la Diputación Foral en concepto de financiación obligada. La diferencia por habitante es de 225 euros/año, un 38,8%. ¿Por qué?", se pregunta.

El PNV es consciente de que Elorza tiene incondicionales tras 20 años de alcaldía, presenta su experiencia en otras instituciones vascas como aval, y exige a Elorza que no eche balones fuera. "Donostia tiene que superar el recurso perpetuo a echar la culpa a los demás de los fracasos propios", afirma Goia.

El PNV traslada además el mensaje de que no todo es tan perfecto en el consistorio de Elorza, y pone de ejemplo la transparencia. A Eneko Goia le gusta recordar que el Índice de Transparencia en los ayuntamientos de 2010 situaba Donostia en el puesto 92º, "por detrás de Marbella".

Los nacionalistas se presentan ahora en una situación interna más favorable que en 2007, cuando fue superado en votos también por el PP, por primera vez en 30 años. Entonces, una filtración interesada desde la Diputación de Guipúzcoa, gobernada por Joxe Joan González de Txabarri, del sector de Josu Jon Imaz, entonces líder del PNV, sobre un presunto fraude fiscal de quien iba a ser el candidato a diputado general, Jon Jauregi, del sector de Joseba Egibar, motivó la polémica. Jáuregi renunció y una posterior inspección le dejó limpio de toda sospecha, pero el mal estaba hecho y el PNV recibió un serio castigo en las urnas.

En esta ocasión, el PNV se presenta cohesionado y con serias esperanzas de conquistar la alcaldía. Los pactos postelectorales serán claves. La principal incógnita recae sobre Bildu EA, Alternatiba e independientes abertzales y de izquierdas. Si, como parece, la coalición pesca en el caladero de la antigua Batasuna, puede tener un peso importante. La última vez que la izquierda abertzale concurrió fue en 1999 como Euskal Herritarrok y logró cinco concejales.

No obstante, está por ver qué tirón conservan EA y Alternatiba tras sus respectivas escisiones. La apuesta por el polo soberanista del partido de Pello Urizar desencadenó su ruptura y el nacimiento de Hamaikabat, con mayor presencia en Guipúzcoa. En 2007, logró dos concejales. Y otro tanto ocurre con Alternatiba tras su salida de Ezker Batua, la marca de IU en Euskadi.

Para las variantes de posibles pactos, también habrá que medir el resultado de Aralar. En 2007 sumó tres ediles presentándose en coalición con EB. Ahora está ante el reto de medirse con Bildu y el previsible apoyo de la izquierda abertzale.

Ramón Gómez (PP): La baza de Basagoiti

Fue concejal de Eibar entre 1995-1999 y de San Sebastián desde 1999 hasta 2007, cuando pasó a la empresa privada. En 2009 volvió a la política y desde entonces se sienta en el Parlamento vasco. Figura en la Ejecutiva del PP vasco.  

Juan K. Izagirre (Bildu): La incógnita abertzale

Independiente, Izagirre es conocido en San Sebastián por su labor en la asociación de vecinos Itsas Aurre, que pide la desanexión del barrio de Igeldo. Desea compaginar su labor de edil con su trabajo como médico en un hospital.