Un 10% de la población está pagando al banco una hipoteca de cuantía mayor al valor de su piso, según ESADE. La caída de precios del mercado inmobiliario es una de las consecuencias de la grave crisis del ladrillo, que se prolongará durante tres o cuatro años, a tenor de las predicciones de los últimos estudios.

La recesión del sector será mayor a la crisis entre 1992 y 1997. Los precios caerán este año entre un 2 y un 8% y continuarán disminuyendo entre un 5 y un 10% en 2009 y 2010, estima un informe de Deutsche Bank, que no ve el inicio de la recuperación hasta 2011.

Por su parte, la escuela de negocios ESADE predice un escenario de recesión en el sector inmobiliario que durará cuatro años. Por el momento, "aún no se ha producido el ajuste brusco". Los concursos de acreedores se multiplicarán después del verano, aseguró ayer el Catedrático de Economía Xavier Mena, coautor junto con Fernando Ballabriga del Informe Económico, que augura que el año acabará con una tasa de paro del 10%. "El paro no afectará más a los inmigrantes que a los españoles" porque los primeros aceptan bajos salarios y están dispuestos a moverse donde hay trabajo, explicó Ballabriga.

La crisis inmobiliaria arrastrará a otros sectores. El estudio de coyuntura de ESADE cifra el crecimiento para este año entre el 1,5 y el 2%, y considera que un empeoramiento de la crisis mundial podría reducir al 1% la previsión de crecimiento para la Zona Euro en 2008.

En España, "un 5% de la población lo va a pasar mal" por culpa de la falta de empleo, mientras que "el resto va a ver reducido su nivel de vida", afirmó Mena. En el peor de los escenarios, los dos economistas ven incluso posible una recesión a partir de mediados de 2009. La recuperación vendrá de la mano, según señalaron, de un aumento de la productividad y el ajuste salarial. "El consumo desenfrenado de lso últimos años se ha acabado", concluyen.