La crecida del Ebro: ¿Catástrofe o beneficio?
Ser el más grande tiene un precio y el río Ebro lo es y así lo demuestra cíclicamente. La crecida de estos días ha anegado unas 20.000 hectáreas en Aragón, teniendo que evacuar a más de un millar de personas. Todos reclaman una “limpieza del río” mientras los expertos hablan sobre los beneficios
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ZARAGOZA.- Según Alfredo Ollero, profesor titular de la Universidad de Zaragoza y presidente del Centro Ibérico de Restauración Fluvial (CIREF), cada vez que se asiste a la crecida de un río, como la que estamos viviendo estos días, emergen las voces de los habitantes ribereños -alcaldes, agricultores y cualquier persona de la calle- reclamando la “limpieza” del cauce y asegurando, además sin ningún género de duda por su parte, que la inundación está siendo grave “por culpa de que el río no está limpio”.
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En Castejón (Navarra), el Ebro tenía ese día una altura de 7,34 metros y un caudal de 2.060 metros cúbicos por segundo (inferior a las crecidas de marzo de 2003 -2.220 m3/s- y abril de 2007 -2.282 m3/s- y muy alejada de los 4.130 m3/s de 1961), con tendencia ascendente. En ese momento, en Zaragoza se registraba una altura de 4,13 metros y 1.412 metros cúbicos por segundo. Lo peor estaba por llegar.
Se empiezan a conocer, según la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN), las hectáreas de cultivos inundadas en esta zona, superando las 20.000 y unos daños que rondaban el millón de euros sin contar infraestructuras.
Hasta ese momento, la avenida ha afectado sobre todo a la agricultura, con la inundación de miles de hectáreas, y su impacto ha sido menor en los cascos urbanos, donde se han producido socavones, desprendimientos, vehículos afectados por el agua, grietas en la calzada o árboles caídos.
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Por su parte, la situación no es mucho mejor en Alfajarín, donde por la mañana se ha evacuado a los últimos vecinos de la urbanización de Casas de los Huertos. Ahora, los problemas se centran en una ganadería de reses bravas, afectada por el desbordamiento del río. Mientras, en Osera de Ebro no le quitan el ojo al río ante la falta de información sobre qué nivel alcanzará el caudal a su paso por la localidad zaragozana.
La crecida extraordinaria del Ebro que afecta a la provincia de Zaragoza ha impedido a 177 alumnos de distintas poblaciones de la ribera acudir a sus clases en las rutas de transporte escolar y mantiene cerrados los dos colegios de la localidad de Pina de Ebro, con 330 estudiantes, y el de Boquiñeni, con 51.