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Cospedal frena el "despacho clandestino" de Bárcenas

Sus enseres fueron trasladados a la tercera planta de la sede del PP

MARÍA JESÚS GÜEMES

El fantasma de Luis Bárcenas recorre aún el PP. Ayer, el ex tesorero del partido volvió a ser la comidilla de sus dirigentes. Todo porque, según cuentan fuentes del PP, se estaba instalando 'un despacho clandestino' unas cuantas plantas más abajo del que ocupaba.

Hace unas semanas hubo orden de limpiar la dependencia que venía utilizando desde hace años, en el sexto piso, y dejarla habilitada para que su nuevo dueño tomara posesión de ella. Todo tenía que estar listo para este próximo lunes, fecha en la que se celebra la reunión del comité ejecutivo nacional en el que se ratificará a José Manuel Romay Beccaría como nuevo responsable de cuentas.

Taparon con vinilo el interior de la sala para que no se viera

Pero, en vez de enviarle sus cajas, papeles y hasta cuadros a casa, la gente de Bárcenas prefirió dejarlo todo instalado en una estancia que habitualmente se utiliza para celebrar reuniones. En concreto, en una sala con capacidad para unas 20 personas que se llama Andalucía y se encuentra situada en la tercera planta de la sede nacional.

Tal vez a nadie le habría llamado la atención si no fuera porque, de pronto, 'taparon' su interior. Desde la última reforma en Génova 13, los muros de muchas instancias son de cristal y cuentan con un vinilo azul, corporativo, en el centro. Pero en este caso lo habían empapelado todo para que no se pudiera ver lo que había dentro.

Cuando algunos conservadores supieron lo que se estaba organizando, pensaron que acarrearía 'problemas'. No iban desencaminados. Ayer, por lo visto, estalló la tormenta. Fue cuando la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, una vez ya enterada de lo que estaba sucediendo, mandó que se desmantelara la habitación y se quitaran los adhesivos de inmediato. Eso desencadenó una guerra a gritos entre los colaboradores de De Cospedal, que pedían el desalojo, y las personas de absoluta confianza que Bárcenas aún mantiene en la formación porque trabajó con ellos cerca de 30 años.

La noticia corrió como la pólvora. Fuentes del PP explican que la mano derecha de Rajoy no estaba dispuesta a tolerar esa situación. 'No iba a permitir que la chulearan a ella ni al partido. No está dispuesta a soportar un nuevo pulso como el que mantuvo con Francisco Camps por Ricardo Costa', recordaban ayer desde la sede. Para muchos lo de ayer fue 'un golpe sobre la mesa decisivo'.

Bárcenas solicitó la baja temporal como militante y abandonó definitivamente sus funciones el pasado 8 de abril. Dos días antes se había levantado el grueso del sumario sobre la trama de corrupción. Pero siguió manteniendo una serie de privilegios. El partido continuó pagándole el abogado y él mantenía su escaño como senador. Pero, al final, entre la presión y la necesidad de defenderse mejor, tal y como él dijo, renunció a todo.

Era lo que De Cospedal llevaba esperando. Ella fue la primera que abogó por la salida de Bárcenas desde que su nombre apareció implicado en el caso Gürtel. Y, para ello, hasta se enfrentó a los vicesecretarios Javier Arenas y Ana Mato, que lo defendían porque son amigos suyos.

Y es que en el PP Bárcenas sigue manteniendo amigos y grandes apoyos. Personas que lo consideran inocente y que lamentan el trato que reciben por parte de la secretaria general. El equipo de De Cospedal negó ayer todo lo ocurrido y afirmó que se 'exageran mucho las cosas' siempre que se habla de Bárcenas.

Otras personas del partido trataron de explicar la situación. Insistían en que no se trataba de ninguna nueva concesión. Sólo se le había 'autorizado' a que dejara sus papeles en algún sitio y apuntaban que la sala en la que los había depositado ni siquiera estaba habilitada para convertirse en despacho. 'No tiene ni conexión telefónica', decían. Además aseguran que Bárcenas no ha vuelto a pasar por allí. 

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