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La convocatoria del referéndum genera tensión en el 15-M

Los organizadores de la consulta defienden su pertenencia al movimiento

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La idea era clara: convocar un referéndum popular para llegar a un consenso masivo sobre varios puntos clave, como la reforma de la Ley Electoral o la lucha contra la corrupción. A esa labor se entregó un amplio grupo de personas involucradas activamente en la acampada de la Puerta del Sol y con ganas de llegar a acuerdos sobre propuestas concretas. Sin embargo, la convocatoria, fijada para el 15 de octubre, ha generado importantes tensiones dentro del Movimiento 15-M.

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Muchos acusan a los convocantes de saltarse el procedimiento habitual, esto es, la aprobación de la iniciativa en asamblea. Pero los organizadores se defienden. "En seis ocasiones intentamos aprobar en asamblea un consenso de mínimos sobre varios puntos y sólo entre una y tres personas lo bloqueaban. Tampoco nos daban de alta como comisión, así que decidimos que íbamos a preguntar no sólo a la asamblea, sino a todo el mundo. Las preguntas que hemos marcado son líneas de debate abiertas y proceden de los puntos que llegaron a Sol desde decenas de plazas, son sólo un punto de partida", explica Óscar Rivas.

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En la Puerta del Sol, las posiciones son variadas, desde el rechazo total de algunos a la crítica más o menos moderada de muchos o la aceptación de otros. "Si hubieran creado y madurado la iniciativa y luego hubieran pedido el apoyo del movimiento sería diferente. Es peor hacer el referéndum y que fracase que no hacerlo" , afirma un portavoz que prefiere no identificarse y que opina que a mucha gente le parece una buena idea, aunque precipitada.

La hostilidad es, por tanto, minoritaria pero ha causado problemas. Algunas personas de la organización de la consulta han llegado incluso a recibir ataques personales. Es el caso de Óscar Rivas, al que acusaron de ultraderechista por confundirlo con otra persona con el mismo nombre y apellido. Además, la página web del referéndum fue atacada, aunque el origen no se conoce con seguridad. Pero la consulta sigue adelante: la organización está buscando y coordinando apoyos en decenas de ciudades y tejiendo contactos con personas del mundo de la cultura y la universidad.

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Democracia Real Ya (DRY) no apoyará oficialmente la celebración del referéndum, a pesar de que al principio algunos de sus miembros sí se mostraron cercanos a la propuesta. "Incluso entre la gente más proclive había reticencias", explican desde la plataforma. A DRY le parece que la fecha es precipitada. "Además, coincide con las manifestaciones internacionales y eso nos impide ayudarles en la organización", explican.

De hecho, el día elegido se ha convertido en uno de los problemas. Aunque el grupo organizador eligió precisamente esa fecha para aprovechar las sinergias de las manifestaciones que discurrirán de nuevo por decenas de ciudades, su elección se les ha vuelto en contra. Ahora, se muestran abiertos a negociar las fechas. "Los días nos dan igual, se pueden adaptar, por ejemplo, para que empiece el día 15 o 16 y sigan durante los siguientes, porque creemos que la consulta debe durar al menos tres días", dice Rivas.

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Dentro de la organización del referéndum, un grupo de profesionales trabajan para perfeccionar una herramienta que permitirá votar por internet con toda seguridad. "Partimos de un prototipo que ya llevamos tiempo desarrollando y que avanza en las posibilidades del voto electrónico. Estamos mejorándolo con la mejor seguridad", explica Raimond García, uno de los desarrolladores.

La gente que quiera votar por internet (también habrá urnas físicas) lo hará mediante la firma electrónica de su DNI. El voto será totalmente secreto: "Nunca descifraremos un voto individual, sino sólo el resultado total de los sufragios". Este sistema permitirá comprobar también, por internet y por teléfono, si una persona ya ha votado.

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