La cohesión social, en juego
Desde que en 2008 se desencadenó la crisis financiera, la inversión educativa se ha llevado por delante 2.000 millones de euros
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El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, lanzó el mensaje el pasado 28 de abril tras publicar los peores datos del paro de la historia del país: "Si yo tuviera que apostar por una política de igualdad, sería la educación infantil". La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, pareció captar el recado del Gobierno al señalar poco después que su programa electoral se basaba en "educación, educación y educación". Una reiteración que ya hizo en su día el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Congreso, durante el Debate sobre el Estado de la Nación en 2010, cuando anunció el programa Escuela 2.0.
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Con la educación como prioridad, la crisis financiera desencadenada en 2008 se ha llevado por delante 2.000 millones de euros de los últimos dos presupuestos autonómicos. Ningún gobierno regional, sea cual sea el signo político, ha mantenido el esfuerzo presupuestario para la formación de las futuras generaciones. Aún así, el retroceso no ha sido igual en todas las partidas. La Comunidad de Madrid y el País Valencià han mantenido, e incluso incrementado, el esfuerzo para la educación concertada.
"La vinculación entre política y educación siempre ha existido. Desde principios del siglo XIX la educación siempre ha estado bajo el control ideológico. Es un hecho que sólo pasa en España. En Alemania resulta impensable que se cambien los sistemas según quién gobierne", opina Sonsoles Sanromán, socióloga de la Educación en la Universidad Autónoma de Madrid. En su opinión, el futuro éxito escolar pasa por el "cambio de mentalidad, sobre todo en el profesorado". Para esta experta en abandono escolar, la pelea contra el fracaso y el abandono escolar temprano no es cuestión exclusiva de falta de dinero.
El 30% de los alumnos no consigue un título de ESO a la edad prevista y un porcentaje similar abandona los estudios nada más acabar la etapa obligatoria. Descartan seguir formándose en Bachillerato o en Formación Profesional de grado medio. El Ministerio de Educación centra sus iniciativas en menguar ese porcentaje. La reforma de 4º de ESO para que sea un curso verdaderamente orientativo y la remodelación de la FP tienen esa meta. Pero el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, insiste en sus discursos en que la clave pasa también por "prestigiar" la educación y "lo que se ha hecho bien" en las últimas décadas.
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Las elecciones del próximo 22 de mayo llegan con el análisis más importante de la educación fresco en la memoria. El Informe PISA 2009 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cuyos resultados fueron dados a conocer el pasado diciembre, sitúa la educación en España en el vagón de cola de la UE en resultados académicos, pero con una virtud muy importante que ahora está en peligro. España cuenta con un sistema educativo muy equitativo, similar al del admirado modelo finlandés. De hecho, la comunidad con un sistema más equilibrado, en el que las condiciones socioeconómicas menos influyen en los resultados de los alumnos, es Madrid, seguida de Navarra y Euskadi.
"Podemos decir que en España un alumno puede cambiar de centro y de comunidad autónoma sin que se ponga en riesgo su rendimiento", afirma el director del Instituto de Evaluación del Ministerio de Educación, Enrique Roca. Las diferencias de los resultados del examen determinaron una variación de apenas un 4% en los resultados de las comunidades autónomas.
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Sanromán atribuye este éxito de igualdad de oportunidades a la LOGSE (Ley Orgánica General del Sistema Educativo), aprobada en 1990 por el Gobierno de Felipe González y que Esperanza Aguirre trató de liquidar como ministra de Educación. "Esta ley es la formalización de los valores de la clase obrera. Los más listos tiran de los más torpes, pero es una ley que ha dejado los datos más altos de fracaso escolar", explica. No obstante, este modelo corre peligro al estar en la mirilla de las políticas del neoliberalismo económico que, a juzgar por los recortes sociales, han salido ganando con la crisis.
La propuesta educativa del PP es un torpedo al objetivo que la educación ha tenido en España desde el final del franquismo: la cohesión social. Las propuestas conservadoras, en lugar de ser una garantía de la prosperidad colectiva y la igualdad de oportunidades, apuestan por la pura selección de los mejores alumnos y el arrinconamiento de los peores, como denuncian sus opositores, sindicatos y asociaciones de padres de la escuela pública.
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La propuesta estrella del PP en Madrid ha sido el bachillerato para alumnos excelentes. Teniendo en cuenta que PISA advierte de que las diferencias están entre los alumnos del mismo centro, (en el caso de las notas pueden llegar a un 68%), la clasificación de alumnos por bilingües, tecnológicos o excelentes no parece muy adecuada.
En los mítines de Valencia, los portavoces conservadores han insistido en ofrecer la "libertad de elección de centro", como reiteró la alcaldesa valenciana, Rita Barberá, en el debate televisado en Canal 9. El concepto vendido por Barberá es la piedra angular del modelo educativo que el PP quiso meter con calzador en el frustrado pacto. Como denuncian los sindicatos en Madrid, se trata de "calidad sin equidad y, por tanto, elitismo".
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Por encima de los recortes económicos, los expertos advierten de que la revolución pendiente en la educación no sólo pasa por la inversión. El sociólogo de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid Julio Carabaña advierte, basándose en PISA, que, "a un determinado nivel de desarrollo, la clave ya no es que el profesor cobre más. Para un economista será difícil entender, pero teniendo en cuenta que el personal se lleva entre un 60 y un 80% del presupuesto, los sueldos no son el problema".
Sanromán insiste en que es un problema de cultura y de concienciación del profesorado y hace una propuesta: "Debería crearse unareunión anual de asociaciones de profesores de una misma asignatura para que compartieran experiencias y vieran en qué pueden mejorar. Existe mucha desorientación en el profesorado". Además, añade una clave para entender cómo los defectos educativos no son siempre culpa del centro o el colegio. "¿Cómo es posible que TVE siga sin poner las películas en versión original con subtítulos en inglés?", pregunta.