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El Código Penal anticorrupción sale adelante sin el apoyo del PP

El PSOE pregunta a Trillo "por qué son tan débiles con los delitos de cuello blanco"

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"Este Código Penal puede recordarse por abordar de manera clara la lucha contra la corrupción", etiquetó el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, al resumir la reforma del texto que aprobó el Congreso, donde entró con el apoyo del PP y viaja ahora al Senado sin su respaldo. Los conservadores se abstuvieron junto a IU-ICV, BNG y UPyD en la votación de una reforma aprobada gracias al PSOE, CiU, ERC, CC y UPN. PNV y Na Bai votaron en contra.

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Las principales novedades del texto endurecen la respuesta penal ante tres tipos de amenazas: terrorismo, delitos sexuales especialmente sobre menores y corrupción.

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"Sería bueno que explicaran por qué les resulta tan fácil ser tan fuertes con los débiles y tan débiles con los delincuentes de cuello blanco, a los que protegieron en la reforma de 2003", reprochó el portavoz socialista, Julio Villarrubia, al PP tras anunciar Federico Trillo su abstención. "Una vez más, demuestran que no son en absoluto de fiar", remató el representante del PSOE.

La invectiva de Villarrubia calificó así el progresivo distanciamiento que la derecha parlamentaria ha brindado a la reforma durante su negociación en el Congreso. El voto favorable con el que el PP abrazó una reforma que endurece el Código Penal se tornó en abstención después de que ningún grupo respaldara la cadena perpetua revisable que pretendía introducir en el texto por su "carácter oportunista y preconstitucional", según la describió el PSOE.

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"No vengan con memeces de inconstitucionalidad", había defendido Trillo poco antes; "no es verdad. Su última andadura por el Congreso ha sido un parcheo, aumentará la inseguridad", pronosticó el responsable de Justicia del PP.

"La situación no ha ido a mejor; antes al contrario", insistió Trillo al prologar su abstención a un texto desmejorado a su juicio por el endurecimiento de penas "cosmético, mágico si no ridículo" pactado con ERC especialmente combativo en la lucha contra la corrupcióny con CiU abanderado del castigo a la multireincidencia.

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El portavoz el Grupo Catalán, Jordi Jané, aplaudió precisamente esta última conquista, que trata de sacar de la calle a rateros capaces de cometer 437 hurtos en un año, según ejemplificó. CiU ha logrado también que se cree un registro de faltas, inexistente ahora, que permita contabilizar el historial de cada detenido.

ERC se atribuyó la paternidad de los cambios que "acaban con el garantismo penal para los ilícitos vinculados a la corrupción", se jactó su portavoz, Joan Ridao, renuente a la reforma en un principio y defensor ayer del nuevo texto al rebajarse "un proyecto que concentraba toda la insidia del aparato coercitivo del Estado".

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El único rechazo provino del PNV y NaBai. El portavoz del Grupo Vasco criticó "la frivolidad como método legislativo" citando al penalista Joan Queralt, que se sustancia, según Emilio Olabarría, en un récord: "el Código Penal de 1995 ha sufrido ya 26 reformas". Ayer se aprobó la vigésimo séptima.

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