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CiU se suma a la presión a favor del referéndum

El portavoz catalán emplaza a fijar la consulta el 20-N. El PP la rechaza por la "complejidad" de la reforma

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La posibilidad de que la reforma pactada por PSOE y PP para blindar el déficit en la Constitución se someta a la opinión de los ciudadanos en un referéndum ha pasado de ser una quimera aritmética -ya que requiere el aval de un alto número de diputados (35) o senadores (26)- a convertirse en un planteamiento difícil, pero no imposible.

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La insistente ola social que reclama tomar la palabra, omnipresente en las redes, ha calado en todas las formaciones salvo el PP. CiU fue la última en sumarse. "¿No es Rubalcaba quien habla de dar voz a la gente? ¿Qué sentido tiene que se reforme la Constitución deprisa y corriendo y al margen de los ciudadanos?", se preguntó en su web el portavoz de la federación en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida. "Podría celebrarse el 20 de noviembre [fecha de las elecciones generales] y no tendría ningún coste complementario", abogó.

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CiU, sorprendida por este paso, advirtió de que no existe consenso en sus filas sobre la cuestión, que analizará su dirección el lunes. Algunos consideran la consulta imprescindible: "Toda la vida se ha dicho que cambiar la Constitución exige un referéndum ¿no? pues adelante", señaló un dirigente nacionalista a Público. Otros se repliegan con tacticismo: "El 20-N nos jugamos mucho y no queremos distraer la atención".

Según estas fuentes, Duran pretende con su defensa de la consulta dejar fuera de juego a un PSC incómodo, ya que la reforma limita la capacidad de endeudamiento a los territorios. Es un disparo calculado. Los socialistas catalanes cuentan con 25 diputados clave para forzar el referéndum, dado que la suma de nacionalistas y minorías de izquierdas no rebasa la barrera de apoyos que exige la Constitución, informa Albert Martín Vidal.

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La posición de Duran pesó decisivamente en la balanza del debate partidario sobre la consulta, cuya materialización precisa sintonizar sensibilidades muy diferentes. En la capacidad de disciplina del PSOE está la clave. El Grupo Socialista se reunirá el lunes por la tarde, en la víspera de la toma en consideración de la iniciativa en el Congreso. Poco antes se reunirán, por separado, la Ejecutiva socialista y los secretarios generales territoriales para convertir el día en una jornada a caballo entre el oficio de explicar a los presentes y advertir a los diferentes.

Uno de ellos, el líder del PSM, Tomás Gómez, se pronunció descreído contra la reforma acordada por socialistas y conservadores: "Si esto es un mensaje a los mercados, muchos ciudadanos ya estamos un poco cansados de tanto mensaje a los mercados. Lo que queremos es que los mercados empiecen a dar algunos mensajes a los ciudadanos", sentenció.

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Mientras, el coro crítico aumenta en el Congreso, abrazando a la idea del referéndum. De los 35 parlamentarios necesarios para forzar el referéndum, 27 han alimentado esta posibilidad: los de CiU (10), PNV (6) y CC (2) no la descartan y ERC (3), IU-ICV (2), BNG (2), Na Bai (1) y UPyD (1) han anunciado que solicitarán un referéndum. PP, PSOE y UPN lo rechazan. Serían necesarios ocho diputados más para que prospere.

En el Senado, el debate se ha manifestado con mucha menor intensidad. Hasta 19 senadores están abiertos a respaldar el referéndum o lo apoyan explícitamente. Son necesarios siete más, hasta alcanzar los 26. El PSC dispone en la Cámara Alta de 10 escaños.

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Pero los socialistas más críticos se sientan en el Congreso. Dos de ellos, el ex secretario general de CCOO, Antonio Gutiérrez y el gallego Xabier Carro, han asegurado que respaldarán una petición de referéndum, si IU la formaliza como ha anunciado. Haría falta que seis socialistas más dieran el mismo paso.

Dos diputados socialistas apoyan a IU en su demanda de una consultaLa reunión del lunes será definitiva. Los diputados de Izquierda Socialista (IS) van a exponer en ese encuentro su apuesta "claramente a favor" del referéndum. "Queremos convencer al partido de que esa es la posición correcta", explicaba ayer José Antonio Pérez Tapias. "Rubalcaba tiene una oportunidad de oro para dar legitimidad a su escaño 351", completó. Juan Antonio Barrio coincide.

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Situado también a la izquierda del Grupo, Manuel de la Rocha se suma a esta sintonía. "Una reforma así no puede tramitarse en ocho días al margen de los ciudadanos". ¿Significa eso que un eventual referéndum contará con tres apoyos más? No necesariamente. Combativa en el debate, IS hace gala de "responsabilidad democrática" al tener por norma el respeto a la voluntad que resulte mayoritaria en la bancada socialista.

Otra de las voces que se ha significado con un acento más crítico en PSOE, Juan Luis Rascón, elevaba su discrepancia ayer hasta el punto de no entrar siquiera en "la batalla del referéndum", dada la "enorme inutilidad" que, a su juicio, representa la reforma. No se sumaría a una petición de referéndum.

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Impasible, el candidato socialista levantó ayer la doctrina oficial que frena la consulta entre sus filas: "Cumplir la Constitución es la posición que mantengo y que va a mantener el PSOE", señaló. Y la Constitución establece que la consulta sólo se requiere cuando una reforma afecta a derechos fundamentales. "Cuando no, no es necesario", zanjó Alfredo Pérez Rubalcaba.

El PSOE reunirá a sus diputados para evitar que se rompa la disciplina de votoPoco antes, la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, insistía en los motivos por los que su formación rechaza también la consulta. El más llamativo de los esgrimidos tiene que ver con la "complejidad técnica" de la reforma. La dirigente conservadora dijo coincidir "con uno de los padres de la Constitución, Gregorio Peces Barba, en que este referéndum no es necesario" por "el propio contenido técnico del acuerdo". Ello, "amén de que no es una exigencia constitucional", completó, según informa Yolanda González.

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Desde el inicio del debate otros escaños del PSOE, como los que ocupan Sixte Moral, Fátima Aburto o Carlos González, han defendido la convocatoria ciudadana, aunque tampoco han revelado intención alguna de firmar la petición de referéndum que lidera el diputado de IU Gaspar Llamazares, que ayer acusó a los dos partidos mayoritarios del romper con esta reforma el pacto constiucional.

¿Cuál es el procedimiento de reclamación parlamentaria del referéndum? Tan formalmente sencillo como difícil es reunir los apoyos necesarios. A partir del 2 de septiembre, fecha previsible de la aprobación de la reforma, se abrirá un plazo de dos semanas para que se registre en el Congreso o el Senado un escrito que contenga las firmas de al menos el 10% de los parlamentarios avalistas, en el que se solicita la celebración de la consulta.

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