El caso Vidal-Quadras amenaza con convertirse en un enrevesado culebrón en el cual el eurodiputado popular hace de malo, Blas Infante hace de bueno, el PP regional hace de olvidadizo y el resto de partidos andaluces encarnan al pueblo ofendido.
La crisis tuvo ayer un nuevo capítulo, esta vez protagonizado por el presidente andaluz Manuel Chaves y el presidente del Partido Popular Mariano Rajoy. Hasta ahora había habido sólo palabras, pero desde ayer, además de palabras, hay cartas. Manuel Chaves le remitió una severa misiva a Mariano Rajoy exigiéndole una "sanción política" a Alejo Vidal-Quadras por el "trato infame" que está dando a Blas Infante.
Rajoy respondió con otra carta en la que argumentaba que Vidal-Quadras había dicho lo que había dicho "a título personal y en ningún caso en representación del PP". El Partido Andalucista, a su vez, terció en la controversia para exigir a Chaves que se dé "menos golpes de pecho" en defensa de Infante y que "permita que Andalucía tenga elecciones propias".
El presidente andaluz se queja en su carta de que, hasta ahora, el PP andaluz se ha limitado a expresar su "discrepancia" con los exabruptos de Vidal-Quadras, por lo que se ve en "la obligación de pedirle directamente a usted, como presidente del PP, que haga algo". Chaves afirma también que "los andaluces se sienten ofendidos y dolidos por el insistente desprecio a la figura de Blas Infante que sin pudor exhibe una y otra vez el señor Vidal-Quadras".
Igualmente, el líder andaluz le recuerda al olvidadizo dirigente del PP que "todos los partidos cuentan en sus estatutos con mecanismos suficientes para impedir actitudes como las que están indignando a la sociedad andaluza".
Mariano Rajoy, por su parte, exhibe en su respuesta su "profundo respeto y el del PP por la figura de Blas Infante", redondeando su argumentación con el recordatorio de que el PP apoyó el nuevo Estatuto andaluz. Por si quedaban dudas, aclara Rajoy: "El PP quiere a Andalucía, admira a Andalucía y respeta Andalucía".
La carta nombra numerosas veces a Andalucía, pero ninguna a Vidal-Quadras, al que tampoco el presidente del PP le exige que retire o rectifique sus palabras. No parece, en todo caso, que el lenguaraz eurodiputado haya dado hasta ahora muestras de preocupación por los problemas que su contumacia está ocasionando a sus compañeros andaluces.
Mientras, tanto, el Parlamento de Andalucía exigirá en su próxima sesión plenaria, con los votos de todos los grupos salvo el PP, que Vidal-Quadras entregue su acta de eurodiputado. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento de Casares, pueblo natal de Infante, lo ha declarado persona non grata, esta vez con los votos favorables de los ediles del PP.