Los católicos dejan las iglesias cada vez más vacías
Según el barómetro del CIS, menos de un 13% de los españoles van a misa de los 74% que se declaran católicos
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El último barómetro del CIS también ha castigado a la Iglesia católica, que ve cómo su número de adeptos disminuye con los años. En el estudio se refleja que aumenta el número de personas que no acude a misa casi nunca y también los no creyentes.
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En concreto, el 74% de los españoles se declara católico, de los que un 13% afirma asistir a misa todos o casi todos los domingos.
Con estos datos, correspondientes al mes de julio, el número de católicos aumenta un 1,3% con respecto al mes pasado, mientras que el porcentaje de personas que van a misa los domingos sufre una caída del 0,4%.
Sólo un 1,9% de los creyentes acude asiduamente a misa
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Del resto de la población, un 15,2% se dice no creyente, un 7,2%, ateo; y un 2,1%, creyente de otra religión. Un 1,5%o no ha contestado a la pregunta formulada por el CIS.
De entre los creyentes, un 13% afirma asistir a misa u oficios religiosos "todos o casi todos" los domingos, mientras que el 57,6% ha respondido que "casi nunca va a misa". El 16,4% asiste varias veces al año; un 10,3%, varias veces al mes; y un 1,9%, varias veces a la semana.
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Se trata de un dato repetitivo. Ya que los resultados del mismo estudio realizados hace un año ya mostraban la tendencia de abandono de los hábitos cristianos por parte de los españoles.
Concretamente, un 74,2% de los encuestados en abril de 2009 se consideraba católico, frente al 74,7% que lo hacían el año 2008.
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Hay países más castigados, como es el caso de Austria. Un numero récord de creyentes abandonó oficialmente la Iglesia Católica en Austria en 2009, un 30,9% más que el año anterior, debido principalmente a los escándalos sexuales, los casos de pedofilia y las declaraciones de tono ultraconservador que salpicaron a la institución y a la crisis económica.
Las bajas anuales de entre 30.000 a 50.000 creyentes en los últimos 30 años han rebajado el número de católicos en más de un millón de personas en el país centroeuropeo cuya población apenas supera los ocho millones. Esta "sangría" de creyentes que se siguen dando de baja en un país tradicionalmente católico ha dejado en un 66% de la población cuando en 1961 eran el 87%.