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El capo que robaba jamones y aceite de oliva

Detenido un veterano miembro de la ‘Camorra' acusado de dirigir desde Barcelona una banda especializada en estafar a empresas de alimentación

 

Ó. LÓPEZ-FONSECA

Nada estaba a su nombre, pero todo pasada por sus manos. Sobre todo grandes partidas de jamones y aceite de oliva. La Guardia Civil ha detenido en Barcelona al presunto miembro de la camorra Gaetano A. N., de 64 años, como presunto responsable de una banda especializada en estafar a empresas alimentarias, a las que hacía importantes pedidos a través de compañías fantasmas que luego no pagaban. Junto a él, han sido arrestadas otras 16 personas, que, junto a las estafas, también se dedicaba supuestamente a clonar tarjetas de crédito para realizar numerosas compras en comercios de ropa, perfumes y productos tecnológicos.

Precisamente, fue una de esas compras la que dio la primera pista sobre la existencia de la banda el pasado mes de julio. Una entidad bancaria denunció una sospechosa operación realizada en la localidad madrileña de San Martín de Vega en la que una empresa dedicada a la comercialización de productos hortofrutícolas había adquirido una importante partida de maquinaria de gimnasio con una tarjeta de crédito emitida en EEUU. Agentes del Grupo de Patrimonio de la Comandancia de Madrid pusieron entonces en marcha la ‘Operación Mochilo' que permitió descubrir cómo la organización contaba con un pequeño laboratorio para clonar tarjetas de crédito en Torrejón de Ardoz (Madrid). Los datos los recibían a través de cuentas de correo electrónico ubicadas en el Reino Unido de otras reales sustraídas en EEUU y Cánada.

La red, en la que había ciudadanos nigerianos, senegaleses, una moldava y españoles, además del capo italiano, a veces imitaban el aspecto de tarjetas reales para acudir a los comercios a realizar las compras. Otras, simplemente utilizaba tarjetas magnéticas de hoteles, en cuyas banda introducían los datos de las sustraídas al otro lado del océano Atlántico y las empleaban en datáfonos de sus propias empresas fantasma, cuya actividad real era nula. De este modo, según las pesquisas, la banda pudo embolsarse más de 150.000 euros, aunque los investigadores aseguran que esta cifra puede subir en los próximos días ya que falta mucha información por analizar.

Gaetano y sus hombres se encargaban de hacer grandes pedidos alimentarios,

Sin embargo, no eran las tarjetas clonadas la principal fuentes de ingresos de la trama desarticulada. El grueso del ‘negocio' eran las estafas a través de sus compañías sin actividad, y que en el último año les había reportado más de 2 millones de euros. Para ello, Gaetano, al que todos conocían como ‘El Abuelo' por su edad, había gestado un complejo sistema que hacía prácticamente indetectable la estafa. Para ello contaba con la colaboración de un abogado español, un asesor financiero y un antiguo empleado de CESCE, una firma española especializada en informar sobre la solvencia de empresas.

Gaetano y sus hombres se encargaban de hacer grandes pedidos alimentarios, principalmente jamón y aceite de oliva, a través de empresas inactivas donde él había colocado como gerente a testaferros. De hecho, a nombre de Gaetano no aparecía nada. Ni siquiera el alquiler del piso de lujo en el que vivía en Barcelona y que estaba a nombre de su actual compañera sentimental, una ciudadana española. Si la empresa alimentaria a la que hacían el pedido pedía informes de la falsa compañía a CESCE, el ex empleado se encargaba de burlar el control de ésta y presentar a ésta como solvente. Cuando a los tres meses la empresa reclamaba el pago de los alimentos servidos, le era imposible localizar a la compañía que había hecho el pedido, que ya había desaparecido. Para entonces, la banda había revendido el producto.

El pasado 25 de octubre, la Guardia Civil decidía iniciar las detenciones. Uno de los primeros en ser detenido fue el Gaetano. Sobre él pesaban ya dos requisitorias de otros dos juzgados españoles por hechos similares, aunque el grueso de su supuesta actividad delictiva lo había desarrollado en Italia. La Justicia del país transalpino tiene antecedentes de él desde el año 1974 y el expediente que ha remitido a Madrid ocupa varios centenares de folios. ¿Desde cuándo estaba en España? La Guardia Civil tiene certeza de que llevaba al menos un año, pero no descarta que el capo que estafaba jamones y aceite de oliva llevase mucho más tiempo.

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